Yaisel Pérez Hernández, gestor de adherencia provincial y coordinador de la campaña en el territorio, explicó que el proyecto surgió a finales del 2024, tras un acuerdo de la reunión nacional de socios de personas con VIH.
«Nuestra prioridad es rescatar a los no adherentes, vincularlos nuevamente al sistema de Salud y lograr que alcancen un estado indetectable del virus, lo que además impide su transmisión», señaló.
El eslogan I = I (Indetectable = Intransmisible) es el pilar de esta estrategia.
«Si logramos que las personas con VIH en Matanzas —actualmente unas mil 800— sigan su tratamiento correctamente, podremos reducir a cero nuevas infecciones hacia el 2030», afirmó Pérez Hernández.
En la provincia el trabajo se centra en localizar a los pacientes que han abandonado la terapia, brindarles acompañamiento psicosocial y garantizar el acceso a los medicamentos.
«Aunque los antirretrovirales son costosos y el bloqueo de EE.UU. dificulta su adquisición, el Estado cubano asegura su distribución gratuita. Hoy, nadie en Matanzas tiene excusa para no recibir su tratamiento: es una pastilla diaria que salva vidas», destacó.
La campaña involucra a especialistas de Salud, activistas y redes comunitarias, con énfasis en la sensibilización para eliminar el estigma asociado al VIH.
«Que las personas sepan que bajo tratamiento pueden llevar una vida plena y sin riesgo de contagiar a otros es fundamental», añadió el coordinador.
Matanzas, con una de las tasas más altas de adherencia al tratamiento en el país, aspira a servir como modelo de cara al 2030.
«Cada paciente que retoma su terapia es un paso más hacia el control de la epidemia», concluyó Pérez Hernández. (ALH)