La Escuela Normal de Maestros de Matanzas ocupa un lugar de privilegio en la historia educacional yumurina. Recordar su legado es un deber en estos tiempos.

El 16 de octubre de 1918 es la fecha oficial de fundación de la Escuela Normal de Maestros de Matanzas. La creación del centro formó parte de la intención de establecer este tipo de escuelas en todas las provincias del país, como necesidad impostergable de la sociedad cubana.

La nueva institución se instaló inicialmente en una casa situada en la calle Bonifacio Byrne esquina a Matanzas. En 1923 se trasladó a otro inmueble en Tello Lamar 41, esquina a Ayuntamiento. 25 años más tarde se le ubicó en el monumental edificio, construido especialmente con ese fin, en Milanés final, frente al actual Parque René Fraga.

Durante sus 44 años de existencia, la Escuela Normal de Maestros de Matanzas realizó una ardua y fecunda labor pedagógica. Desde la primera graduación en 1922 hasta la última, cuatro décadas después, aportó maestros a la sociedad matancera, signados por un amor incondicional a la tarea de educar. Esto se sustentó en una labor docente de calidad, desarrollada mediante diferentes planes de estudios que, con lógicas variantes, privilegió la formación psicopedagógica y didáctica. Sobresalió lo relativo a la enseñanza de las ciencias naturales, el dibujo y el trabajo manual, así como la realización de las prácticas docentes.

La Escuela Normal tuvo, además, una brillante participación en el desarrollo de actividades sociales como el Día del Árbol y la Semana del Niño. Se deben mencionar, entre otras acciones, las cenas martianas, las competencias deportivas y la banda de música. Fue reconocido su aporte al Patronato Pro-Calles de Matanzas. Mención especial merecen el himno de la escuela y la jura de la bandera. Existió además la Asociación de Padres, Profesores y Amigos de la Escuela Normal, que apoyó en todo momento la exigencia de mejoras materiales. También se destacó la participación activa de los estudiantes en la Junta de Gobierno de la institución y la existencia de la Federación Estudiantil Normalista.

Relevantes intelectuales cubanos compartieron saberes en las aulas de la Normal matancera. Entre ellos Sarah Ysalgué, Salvador Massip, Medardo Vitier y Gustavo Loredo. Figura central fue el médico y pedagogo yumurino Mario E. Dihigo, catedrático por largo tiempo y director en varias oportunidades. También se destacaron Saúl Vento, Consuelo Miranda y Berta García.

Los estudiantes de la Escuela Normal de Matanzas fueron ejemplo de dedicación al magisterio y compromiso social. Siempre estuvieron aliados con las mejores causas. El maestro mártir René Fraga Moreno fue uno de sus graduados. Merecen ser recordados personalidades como Inela Vento, Mario Castro y Roberto Verrier, quienes aportaron su experiencia a la obra educativa de la Revolución.

La Escuela Normal de Maestros de Matanzas recibió en 1949 el nombre del sabio Carlos de la Torre y Huerta. En 1961, ya convertida en Escuela de Maestros Primarios, se le denominó Conrado Benítez, en honor del alfabetizador matancero asesinado.

En 2022 falleció José Ramón Cabañas Moreda, el último profesor de la Escuela Normal de Maestros de Matanzas que aún vivía, quien fue despedido por sus exdiscípulos agradecidos. A pesar del tiempo transcurrido varios de sus graduados se mantienen dedicados a la hermosa tarea de educar. Nada habla mejor de la obra de una escuela insertada para siempre en la historia de Matanzas. (ALH)

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