Aunque ya pasó el peor momento del azote de arbovirosis en Matanzas, todavía es visible su efecto en no pocas personas.
Estas enfermedades dejan consecuencias corporales que demoran en sanar. Puede apreciarse a simple vista. Hay quienes, inclusive, se ven obligados a utilizar muletas como apoyo para poder caminar.
De ahí que se agradezca la estrategia concebida en el territorio para atender a pacientes con secuelas de arbovirosis, gracias a la participación conjunta de especialistas en Medicina Física y Rehabilitación, Medicina Natural y Tradicional, con el auxilio de médicos clínicos e internos.
El objetivo es garantizar una atención integral y diferenciada a quienes han padecido estas enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, aseguró a la prensa Miriela Diago Rodríguez, licenciada en Terapia Física y Rehabilitación.
La también coordinadora provincial de Rehabilitación explicó que en dichas consultas procuran aliviar secuelas frecuentes como dolores articulares, fatiga prolongada y afecciones musculares.
Este sistema de consultas especializadas, dijo, se organizó en varios policlínicos del municipio cabecera, y en ellas los especialistas evalúan al paciente e indican el tratamiento apropiado. Luego, en el seguimiento a esos casos determinan la utilidad de poner al paciente en manos del reumatólogo en su área de Salud. En dependencia de la evolución puede ser trasladado a la consulta especializada del Hospital Faustino Pérez para estudios y manejo de mayor complejidad.
En relación con los niños y si la situación clínica es compleja se recomienda ser evaluados en el Hospital Pediátrico provincial por un equipo especializado.
Un sistema similar de atención estará en vigor en el resto de los municipios matanceros, en los que ya funcionan consultas de Fisiatría en los servicios de rehabilitación. (ALH)
Ventura de Jesús García/Granma
