Por Yosier Argüeso Miranda 
En fecha memorable como la del 24 de febrero, en la que el pueblo cubano conmemora el aniversario 129 del reinicio de las luchas por la independencia de Cuba, los cuadros jovellanenses se dieron cita para patentizar la firma dem Código de Ética.
Con sus rúbricas, estos Cuadros de la Revolución Cubana reafirmaron la necesidad de mantener una postura combativa que contribuya a preservar la ética y la moral como fundamentos esenciales conquistados por la Revolución Cubana. En acto solemne, asumieron el firme compromiso y la responsabilidad de alcanzar resultados superiores en la labor que realizan, en favor del bienestar del pueblo y el desarrollo sostenible de la sociedad.
El Código de Ética de los Cuadros de la Revolución Cubana resulta el documento en el que se exponen valores y principios sustentados en las concepciones y prácticas revolucionarias de los principales líderes, los cuales adquieren hoy mayor relevancia.
En él, se inscribe el conjunto de acciones éticas a las que convoca la Revolución Socialista, así como define objetivos estratégicos, humanistas y solidarios. Estas pautas cultivan la dignidad y sensibilidad de las personas desde posiciones marxistas, leninistas, martianas y fidelistas, en correspondencia con los más altos valores acrisolados en el devenir de la historia patria, expuestos en magistral síntesis en el Concepto de Revolución expresado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el que los cuadros juraron también cumplir como eterno compromiso de lealtad a sus ideas, convencidos de que ser revolucionarios entraña no violar principios éticos.
Los enunciados en el documento firmado, se inspiran además en el pensamiento y la acción del General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Comandante Ernesto Che Guevara, y resultan valores y principios éticos esenciales que se complementan entre sí. En su conjunto, perfilan la conducta ejemplar que espera el pueblo de los Cuadros de la Revolución Cubana, y constituyen la base sobre la que se construye su liderazgo.