Iniciador de un apellido ilustre en la medicina matancera, Antonio Font Cuesta fue reconocido por su dedicación al arte de curar. Sobre la pasión de este médico trata esta reseña.

El 23 de diciembre de 1857, en la finca Bellavista, cerca de la ciudad de Matanzas, nació Antonio Font Cuesta. Estudió en el matancero Colegio de Ignacio Acosta y en el Instituto de Segunda Enseñanza de Barcelona.

Comenzó los estudios de Medicina en la Universidad de Barcelona y alcanzó el grado de licenciado el 9 de enero de 1880. Durante su etapa estudiantil fue interno del Hospital de Santa Cruz, de esta ciudad, y colaboró en la Revista Médica, que se publicaba en Madrid.

Se graduó como doctor en la Universidad Central de Madrid el 26 de mayo de 1881, con la tesis ¿Dada una hernia estrangulada hasta que tiempo puede esperarse, sin exponer la vida del enfermo, para practicar la operación de la hernia ó bubonocele? En esta defendió preceptos modernos y demostró su confianza en la medicina: “…aún en los casos más desesperados, la ciencia médica nos dice la manera de triunfar…”.

Tras regresar a Matanzas en 1882, el desempeño profesional de Font como médico fue amplio e intenso. Integró la Junta de Sanidad de Matanzas, fue subdelegado de medicina y farmacia, y fundador del Centro Médico Farmacéutico. Participó de forma activa en la Comisión de Enfermedades Infecciosas, encargada de velar por la sanidad pública. Se le nombró médico municipal el 23 de septiembre de 1907.

Se destacó como médico de la Estación Sanitaria del Cuerpo de Bomberos del Comercio creada en 1893, de la que fue director en 1908. En 1898, tras el fallecimiento de su fundador, el doctor Domingo L. Madan, asumió de forma provisional la dirección del Dispensario de Niños Pobres, anexo a la Estación Sanitaria. En 1902 fue director de forma oficial.

Fue médico de varias sociedades: Círculo de Artesanos, Sociedad La Fraternidad, Sociedad La Cosmopolita y Sociedad de Socorros Mutuos Yumurí. En 1918 cooperó de forma activa con la Logia Verdad en el combate a la epidemia de influenza que azotó Matanzas. Al concluir su labor se negó a recibir pago por sus servicios. En premio a su desinterés, la Logia le homenajeó con una medalla de oro.

Miembro destacado del Liceo de Matanzas desde 1882, fue vocal y vicepresidente de esta institución, así como su presidente de 1912 a 1916. También se desempeñó como concejal del Ayuntamiento de Matanzas. En 1914 fue fundador y primer presidente de la asociación de los Boys Scout en Matanzas.

Tras una vida dedicada a la medicina y a su querida ciudad de Matanzas, Antonio Font Cuesta falleció el 30 de mayo de 1926. Acerca de este destacado médico matancero escribió Alfredo Esquerré en 1931: “En la Medicina fue el Dr. Font el báculo de los demás compañeros, pues era su opinión voto de calidad en todas las juntas; era él un verdadero clínico, siempre dispuesto a ofrecer sus conocimientos donde fueran necesarios para cooperar al bien”.

El 22 de febrero de 1931 se emplazó un busto de su figura en los jardines del Cuartel de Bomberos, obra del escultor yumurino Juan José Sicre. Era el sincero tributo del pueblo de Matanzas a uno de sus médicos más apasionados.

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