La telenovela cubana Sábados de gloria aborda un tema muy ligado también al mes de febrero: la amistad.
En este espacio tres amigas: Omara, Rita y Karelia, demuestran que los lazos que las unen van más allá de la consanguinidad.
Ellas expresan entre sí un sentimiento que para muchos es el más perfecto de los que posee el hombre, por ser libre, puro y profundo.
Y es que decir amistad, es decir lealtad, fidelidad, confianza.
Desde la antigüedad, ese vínculo tan especial ha sido motivo de referencia para músicos, poetas y filósofos.
Así, por ejemplo, el sabio Aristóteles estableció, al respecto, una célebre teoría en la que alegó la existencia de tres tipos de amistades: de utilidad, de placer y de virtud.
Según él, las primeras eran relaciones útiles de las que se obtenía algún beneficio.
Las segundas estaban basadas en la cantidad de goce y alegría que pudieran proporcionar, o sea, individuos que se reunían únicamente para pasarla bien en determinados momentos.
Pero Aristóteles concedió a la última, la de la virtud, una significación especial: personas que afrontan los buenos y malos momentos, unidos por un fuerte lazo de afinidad, honestidad y desinterés.
Decía: «Cuando los amigos comparten tiempo juntos, no tardarán en comprender que ven con los mismos ojos, sienten con un mismo corazón y piensan con una misma mente».
Un antiquísimo proverbio chino sentencia que «si al morir cuentas con cinco buenos y verdaderos amigos, significa que tuviste una vida hermosa».
También este sentimiento es objeto de la ciencia.
Investigaciones confirman sus efectos benévolos sobre la salud, entre los que figuran la activación de nuevas áreas del cerebro, la liberación de sustancias hormonales favorecedoras de la relajación y el bienestar, así como su contribución a la formación de la personalidad.
El apoyo emocional que conlleva la alegría compartida impulsa el sistema inmunológico.
Otras indagaciones revelan la disminución del riesgo de enfermedades al reducir la tensión arterial, las afecciones cardíacas y los niveles de colesterol.
Según los especialistas, el impacto de las amistades en la salud mental es profundo.
Muchas investigaciones muestran que un círculo social bueno contribuye a bajar el riesgo de depresión, ansiedad y también a encontrar un sentido en los momentos más complejos.
Los lazos de amistad ayudan a sobrellevar traumas como el divorcio, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo o la muerte de un ser querido.
Los amigos animan, asimismo, a cambiar o evitar hábitos que sean poco saludables, como fumar o beber en exceso.
Según la ciencia, los adultos mayores que establecen relaciones valiosas y tienen apoyo social probablemente vivan más que sus compañeros con menos vínculos sociales.
Sin embargo, más que los aportes científicos, todos sabemos cuánto influyen en nuestras vidas esos seres que nos brindan cariño, tiempo y preocupación.
Por eso, es tan necesario hacerles saber que nos importan.
A los que ya posees y has dejado algo olvidados, llámalos, diles que no solo los tienes presentes; dedícales un espacio de tu tiempo, comparte con ellos y verás cómo se anima tu alma y se estimula tu corazón. (ALH)