El Puente Ferroviario Giratorio de Matanzas, una joya de la ingeniería cubana con más de un siglo de historia, ha sido un enlace vital entre el puerto y la zona industrial de la provincia. Sin embargo, el tiempo y las condiciones ambientales han dejado su huella, poniendo en riesgo su integridad estructural y funcionalidad.

Construido en 1904 con piezas traídas desde Estados Unidos, el puente ha sido testigo de la evolución del sistema ferroviario en Cuba. Su mecanismo giratorio permitía el tránsito de trenes sin obstaculizar la navegación del río San Juan, convirtiéndose en una pieza clave para el comercio local. No obstante, sucesivas intervenciones a lo largo de los años han alterado su operación, con una fijación definitiva en la década de 1990 que limitó su capacidad de giro.

Hoy el puente está en desuso y enfrenta un grave proceso de corrosión. La exposición a un ambiente marino agresivo ha causado pérdida de material en elementos estructurales clave, con daños severos en el cordón superior y los nudos que conectan su armazón. A pesar de ello, la alineación de la estructura no ha sufrido deformaciones permanentes, lo que ofrece una base prometedora para su restauración.

El apoyo central, donde se encontraba el eje de giro, presenta alta degradación por acumulación de basura y falta de mantenimiento. Aunque estructuralmente aún puede sostener cargas, su mecanismo rotatorio ya no es funcional.

La rehabilitación del puente se ha visto obstaculizada por la falta de financiamiento y la dificultad para contratar un constructor adecuado. No obstante, con el proyecto de reparación desarrollado por especialistas de la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería de Matanzas y con apoyo del presupuesto del Transporte, se han iniciado trabajos preliminares para devolverle su esplendor.

Las acciones de reparación incluirán:

1. Limpieza profunda mediante sand-blasting o hidro-blasting.

2. Reparación y reemplazo de elementos estructurales dañados.

3. Aplicación de pintura protectora conforme a normas especializadas.

4. Prueba de carga instrumentada para validar su capacidad estructural tras la intervención.

 

El Puente Giratorio de Matanzas es un símbolo de la ingeniería y el progreso ferroviario cubano y auque por el momento no se podrá establecer su capacidad de giro, su restauración no solo garantizará el transporte eficiente en la región, sino que también rescatará una pieza invaluable de la identidad de Matanzas.

Tomado del perfil en Facebook de Eduardo Rodríguez Dávila, Ministro del Transporte

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *