Cada día crecen más los micro vertederos improvisados en las calles de la ciudad de Colón, y muchos son los factores que ocasionan este suceso, que no solo empaña la estética urbana, sino que contribuye a la proliferación de enfermedades, provoca mal olor, y aumenta los focos de mosquitos y las molestias a pobladores.
La problemática de la basura en las calles es un reflejo de la falta de unidad y responsabilidad por parte del pueblo en general. Entre los residuos más comunes se encuentran restos de animales, vísceras y comidas, que no solo generan un impacto visual desagradable, sino también graves consecuencias para el medio ambiente y la salud pública. Pero, ¿quiénes son los culpables?.
En las mañanas se puede observar una gran cantidad de colombinos que antes de llevar a sus hijos a las escuelas o dirigirse a los centros de trabajo, depositan jabas de nylon, cajas y sacos llenos de basura, en las esquinas de aceras, calles, y entornos naturales con la esperanza de que el equipo de trabajo destinado a mantener la ciudad brillante, pase y recoja todo el desorden. Otros realizan la acción en las tardes, cuando cae la noche o en la madrugada para no llamar la atención. Esta historia se repite a diario y la basura se acumula tanto que en ocasiones cubre todo el asfalto en cien metros.
Otras de las oportunidades que tienen las personas para desalojar toda suciedad de las viviendas es cuando llueve a cántaro; la magia está en verter la sarama en las zanjas y que la corriente del agua se la lleve bien lejos, aunque después la estancia la haga frente a alguna casa ajena. Es por eso, que los tragantes se tupen y nacen las inundaciones. Pero, ¿quién le pone cascabel al gato?.
Si bien no es correcto que arrojen los desechos en cualquier lugar, tampoco lo es acumular tanta basura en las casas por culpa del atraso que tiene comunales en sus servicios. No es una suposición, muchos trabajadores de este sector han pedido la baja en busca de mejores ofertas salariales; y la escasez de combustible impide el funcionamiento de las llamadas carretas. Sin embargo, en manos de esta institución, está la búsqueda de soluciones para minimizar la agravante situación.
Es evidente que la culpa es compartida. Si queremos un entorno limpio y descontaminado debemos tomar medidas contundentes. No basta con agrupar lo que sobra en los hogares en un envolvente seguro y lanzarlo en cualquier lugar, porque siempre va a estar pendiente alguien para regar lo que hay dentro y llevarse la envoltura. Es importante depositar todo tipo de desechos en los sitios destinados para ello; en esos lugares es más probable la recogida.
Para alejar a nuestro territorio de ser un paisaje desolador debido a las montañas de basura, que se ven también en los alrededores de escuelas, círculos infantiles, centro de salud e instituciones gastronómicas, es urgente como sociedad tomar conciencia de lo importante que es mantener nuestras calles limpias y respetar el medio ambiente. Promover campañas de concientización, implementar medidas de reciclaje y fomentar el respeto por el espacio público, son elementos claves para avanzar en la higienización de la ciudad.
Medidas excelentes, que conoce la mayoría y cumplen pocos. El tema se aborda con frecuencia en la radio, la televisión, la prensa plana y las redes sociales, e imagino que las quejas en las instituciones pertinentes por pobladores que no comenten estos actos, lluevan. Sin embargo, recorres varias cuadras o das la vuelta a la manzana y nada está resuelto.