Como cada 7 de diciembre, el pueblo jovellanense se reunió frente al Panteón de los Caídos por la Defensa de la Patria, en el cementerio municipal, para rendir homenaje a sus héroes y mártires en el marco de la Operación Tributo.
La ceremonia contó con la presencia de la funcionario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, Yakelin Vergara Jorge, el primer Secretario del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, Edgar Ferrera Correa, la Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Danays Rives Álvarez, el Intendente Municipal, Liosvany Hernández Tanquero, así como otros cuadros de las diferentes organizaciones políticas y de masas, de la administración, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, quienes reafirmaron el compromiso de mantener viva la memoria de quienes entregaron su vida por la Patria.
El acto incluyó también un homenaje al Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y a su ayudante, el Capitán Panchito Gómez Toro, al cumplirse 129 años de su caída en combate. La ocasión fue propicia para conmemorar además los aniversarios 36 de la Operación Tributo y 32 de la creación de la ACRC.
Durante la jornada se recordó igualmente a los hijos del poblado de Carlos Rojas, quienes perdieron la vida en tierras africanas, reafirmando el carácter internacionalista de la gesta revolucionaria.
El homenaje estuvo acompañado por la presencia del Capitán retirado Rodolfo María Pascual, jovellanense que hace 36 años tuvo la misión de trasladar a la Patria los restos de los combatientes caídos, gesto que marcó profundamente la memoria del municipio.
En su intervención, Darina Luzbet Sánchez, miembro del Buró del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, destacó “el compromiso infinito de preservar la Revolución”, asegurando que “es invencible”.
La dirigente subrayó que los caídos entregaron su vida “por el Socialismo, por el Internacionalismo, por la Patria Revolucionaria y Digna que es hoy Cuba”, y concluyó con un llamado a seguir su ejemplo, proclamando para ellos: “¡Gloria eterna!”.
