Cuando Luis Alfredo Cuttis tomó aquel vuelo hacia Turquía, solo pensó en los sueños de basquetbolista. Con el ímpetu de probarse en otros lares, uno de los mejores jugadores de la última Liga Superior en Cuba sobrevoló todo el Océano Atlántico. Cuttis creía en su talento. Tantas personas no podían equivocarse. Las estadísticas tampoco erraban.
El capitán de los Guerreros de Matanzas en la LSB 2022 intentó primero por Panamá. Una visa fallida y los deseos de codearse con una liga profesional le llevaron hasta los Balcanes. El destino final era Bolivia, al sur del continente.

“Yo tenía la carta de invitación para llegar a ese país. Al caerse la ruta de Panamá, opté entonces por Turquía con escala en Brasil. Pero al llegar a Europa me dicen que no podía continuar, pues el vuelo de regreso era por la aerolínea panameña Copa y necesitaba ambos viajes por la misma compañía”, reveló.
Varado en Ankara, el ala pívot de 26 años tuvo que resignarse con retornar a Cuba. Empeños pospuestos y trámites tronchados aplazaban su debut profesional.
El paladín de una orquesta dormida
“Fue un año muy bueno para mí en lo individual, no así en lo colectivo. He logrado cosas en el plano personal, pero me siento triste por el desempeño del equipo. Llevo varias temporadas en la selección de Matanzas y fue frustrante ver la manera en que se nos escapaban los partidos.»
Líder ofensivo dentro del conjunto yumurino, Luis Alfredo alcanzó su temporada de redención durante la última LSB. Autor de 318 puntos en 19 partidos, el joven escolta anheló la campaña de 2017, donde el quinteto rojo quedó subcampeón tras ceder en la final ante Pinar del Río.

Sin embargo, la ausencia de un artillero natural como Yuniskel Molina y un valioso efectivo en el juego bajo el aro como Yosniel Morales, incidieron en el último lugar de los Guerreros.
“Es un equipo joven y diferente a los de otras ligas, pero lo intentamos en cada partido. Necesitamos mejorar muchos factores tácticos y psicológicos, además de la efectividad y el trabajo físico”, manifestó el atleta natural del municipio Pedro Betancourt.
Los escollos del camino
Una preparación plagada de altibajos, el aplazamiento del máximo torneo de baloncesto cubano y las precarias condiciones del tabloncillo de la EIDE Luis Augusto Turcios Lima, también influyeron en un puesto muy alejado de la época feliz del deporte ráfaga en Matanzas.
“Requerimos la ayuda de elementos externos que apoyen desde la Dirección del INDER o la propia Universidad. En el mundo entero, ya no solo es el entrenador de un equipo. Hacen falta preparadores, nutricionistas, estadísticos y gente que aplique la ciencia al deporte. Si logramos algo de eso, creo que los resultados llegarán pronto para este equipo.»

Ex miembro de la preselección nacional, Luis Alfredo Cuttis participó en el primer Juego de las Estrellas de la Liga Superior. Dueño de 13 tantos y con canastas en momentos decisivos, el matancero resultó elegido el MVP del encuentro. Tal designación lo motivó a una magistral actuación en la segunda mitad del torneo, cuando promedió alrededor de 25 puntos por partido.
“Es muy difícil la gestión de un contrato en el extranjero, porque al no contar con alguien que te represente se complican los trámites y resulta casi imposible. La Liga Superior no es promovida en el mundo como otras que tienen canales en Youtube o páginas de Facebook. Tampoco existe material audiovisual como muestra de las jugadas que hacemos los atletas.»
Más allá de un examen competitivo para el atleta, un contrato profesional representa el estímulo a los resultados y un método comprobado en la solvencia económica. Rumanía, España, Viet Nam, El Salvador, Nicaragua y Argentina son algunos de los destinos de algunos basquetbolistas bajo el amparo de la Federación Cubana.
Del brío al hastío: una carrera de conatos
“Creo que la Comisión Nacional no ha tomado seriamente el tema de las contrataciones, pues constituye un avance para el baloncesto. No solo facilitaría el desarrollo del jugador, sino que ingresaría dinero necesario en la compra de recursos y el mejoramiento de las condiciones en el torneo cubano.
«Todos no somos Jasiel Rivero o Karel Guzmán, pero en las ligas foráneas, sobre todo de Latinoamérica, se pueden insertar más jugadores para subir el nivel competitivo”, confesó Luis Alfredo Cuttis.

Sobre la duela, toma el balón en una recuperación lustrosa. Su equipo, como durante casi todo el torneo, está debajo en el marcador. Driblea y asciende a mitad ofensiva.
“Mi sentimiento ahora mismo es casi de retiro. Al tener esos números y luego de entregar todo el rendimiento en la cancha, es frustrante que nadie te premie o valore los resultados. Es como si el trabajo hubiese sido en vano.
«Cualquier otra persona seguiría intentándolo, pero llega el momento en que te cuestionas el tiempo, el sacrificio y la vida que le dedicamos al deporte. A mis 26 años todavía me siento joven para probarme en algún circuito del mundo, aunque creo que tendrá que ser por mis propias vías.”
Lo cierran en la marca. Parece imposible el tiro desde el perímetro. Toda la defensa rival por la pelota. Cuttis lo intenta y también acierta: canasta que vale tres en el último segundo. Cae el balón y con él los rebotes hechos ilusión. Mañana será otro día y habrá juego. El ocho de Matanzas ya está listo para la revancha. (ALH)