El fisicoculturismo es una actividad física ampliamente practicada en varias partes del mundo, basada en el desarrollo y aumento de la masa muscular del cuerpo con objetivos estéticos.

Cada 30 de octubre se celebra el Día Mundial del Fisicoculturismo, fecha que coincide con el nacimiento de Charles Atlas, en homenaje a uno de los grandes pioneros de esta disciplina.

Un fisicoculturista debe poseer un físico preparado, moldeado y esculpido mediante una rutina intensa de pesas y ejercicios y una dieta balanceada.

Cambiar la apariencia física y sentirse atractivo e interesante a los ojos de otros, suele ser la razón por la que muchos jóvenes se adentran en el mundo del Fisiculturismo. Algunos solo ejercitan su cuerpo por satisfacer las expectativas de una fisonomía atractiva y atlética; otros ven esta práctica como un deporte más, tanto como el Béisbol o el Boxeo.

La historia del Fisiculturismo se remonta a la antigua Grecia, y en la actualidad como opción de ejercicio físico, salud y estética, gana cada día más reconocimiento a nivel mundial, e incorpora seguidores en la sociedad cubana, pero son diversas las polémicas que se ciñen alrededor de esta disciplina.

Según los estatutos de la Federación Internacional de Fisiculturismo, se trata de una práctica destinada a crear, perfeccionar y desarrollar el físico de forma escultural, la cual tiene sus bases en una dieta y entrenamiento científico en el que se valora la simetría, proporción y masa muscular.

Aunque sus competiciones son más artísticas que deportivas, en los últimos años el fisiculturismo ha ganado espacio entre varias estructuras deportivas, tales como la Organización de Juegos Centroamericanos y sudamericanos, y ha estado presente en olimpiadas en calidad de juego de exhibición.

Entre las cuestiones que debaten los expertos se encuentra la sugerencia de incorporar está practica dentro de la rama de los deportes de apreciación, como la gimnasia o el clavado, pues la competencia es un arte que incorpora danza, mientras los contendientes enseñan las formas de sus músculos al ritmo de la música.

Una de las cuestiones preocupantes en esta práctica es el dopaje, ya que en su afán de lograr resultados a corto plazo, muchos participantes consumen hormonas y anabólicos perjudiciales para la salud y prohibidos por las organizaciones internacionales del deporte.

A pesar de las muchas contradicciones en torno a este ejercicio visto como arte o deporte, científicamente se ha demostrado que disminuye la osteoporosis y la grasa corporal. Además, eleva el metabolismo y ofrece mejoras para las enfermedades cardiovasculares.

Todo es cuestión entonces de una adecuada orientación, pues sopesando las ventajas, el fisiculturismo, desarrollado correctamente, es beneficioso. )ALH)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *