El estadio se viste de gala para recibir a los actuales líderes del torneo, los yumurinos de Matanzas, que llegan con 26 victorias y la mira puesta en mantener la cima. Pero enfrente estarán unos Leñadores afilados, terceros en la tabla, dispuestos a morder fuerte y recortar distancias ante su público.
La Comisión Nacional decidió reanudar la campaña tras evaluar los daños del meteoro en la región oriental del país. Desde hoy, además del duelo principal en Las Tunas, se reactivan los enfrentamientos Industriales-Camagüey, Villa Clara-Pinar del Río, Ciego de Ávila-La Isla y Cienfuegos-Guantánamo.
Los elencos de las provincias más golpeadas —Holguín, Granma y Santiago de Cuba— volverán mañana a la acción, enfrentando a Artemisa, Mayabeque y Sancti Spíritus, respectivamente. Será su forma de decir que, pese a los vientos y las lluvias, la pelota sigue viva.
En materia de números, la competencia está al rojo vivo. Detrás de los Cocodrilos se acomodan Holguín (25-14), Las Tunas (22-13) e Industriales (23-14), todos respirando cerca de la punta. Más atrás vienen Artemisa (22-15), Santiago (21-16), Mayabeque (21-18) y Sancti Spíritus (21-19), completando el pelotón de clasificados.
Entre los nombres propios del campeonato destaca el santiaguero Yoel Yanqui, quien partió rumbo a la Liga de Nicaragua dejando huella con su triple corona ofensiva (.466, 14 jonrones y 50 impulsadas).
En la lomita mandan Dariel Góngora con un microscópico 0.60 de efectividad, Michel Cabrera con seis triunfos, Alberto Pablo Civil con ocho salvamentos y Pavel Hernández con 61 ponches.
Después del silencio que trajo el huracán, el país entero vuelve a mirar hacia los estadios. El béisbol cubano —ese viejo amor que no se oxida— regresa a encender pasiones, a levantar polvo y a recordarnos que, pase lo que pase, la pelota nunca se detiene.
