Por Redacción TV Yumurí 
Una vez me preguntaron que si en Teatro de Las Estaciones teníamos una fórmula. A mí me pareció una pregunta muy graciosa, pero recordé mi formación en los años 80 en el Instituto Superior de Arte y aquella mezcla de saberes, lo mismo veías a un bailarín y coreógrafo del Ballet Nacional de Cuba trabajando con Flora Lauten, que a bailarines de la Escuela Nacional de Artes asesorando los movimientos de una prueba de actuación o a los músicos tocando en medio de una performance que tenía números circenses, pintores ilustrando el vestuario teatral de una presentación en Casa de Las Américas y así.
Tal vez la fórmula mencionada tiene que ver con esa manera desprejuiciada y libre de mezclar las artes. Bailar con un muñeco la música del Petrushka de Stravinski. Pedirle permiso a Sosabravo para realizar un montaje a partir de su obra pictórica.
Utilizar el stop motion para recrear una escena fantástica. Invitar a Bárbara Llanes a llenar con su voz hermosa nuestros salones, al maestro Carlos Pérez Peña para leer a Villafañe o darle voz a Martí.
Hacer actuar, bailar y animar títeres al cantautor William Vivanco junto a músicos de la Orquesta Failde en un espectáculo entrañable. Contar con las experiencias de los bailarines y coreógrafos Liliam Padrón o Yadiel Durán lo mismo para llenar de pasos una obra completa o para utilizar el cuerpo de maneras múltiples y disímiles en una producción de laboratorio.
Dialogar con la dulce voz de Rochy en un espectáculo de cuentos y poemas. Tener un grupo instrumental de cámara, hacerlos actuar y vivificar títeres. Hacer un vídeo clip con Liuba María Hevia en un personaje de titiritera. Dar clases con una soprano en plenitud de facultades, que además actúa y da vida a los muñecos sin subvalorar la experiencia.
Los Camejo y Carril también tienen que ver con esa fórmula citada, y Dora Alonso y tantos contaminados como yo con géneros y estéticas que te hacen vibrar el pecho y las entendederas de una manera libre que no deja de ser, para más felicidad, comprometida.
Rubén Darío Salazar Taquechel/Tomado del Perfil de Facebook