Por Ana Valdés Portillo 
Con gala de lujo por el aniversario 160 de la inauguración del Teatro Sauto la ciudad festejó la efeméride con la Orquesta Sinfónica de Matanzas y el maestro Frank Fernández Tamayo, pianista, compositor y Premio Nacional de Música como invitado especial.
Como en aquella noche de 1863, el teatro Sauto se vio desbordado de público y disfrutó de un programa especial con Enrique Pérez Mesa al frente de la Orquesta Sinfónica de Matanzas y José Antonio Méndez Valencia en la dirección del Coro de Cámara.
Luego de las danzas del Príncipe Igor, compuestas por Alexander Borodin, se escuchó esa pieza emblemática para los matanceros, la Bella cubana de José White, en versión para piano y orquesta de Frank Fernández.
El discurso de elogio estuvo a cargo del actor, dramaturgo y Premio Nacional de Teatro Rubén Darío Salazar antes de la entrega de la distinción Teatro Sauto al propio Rubén y al maestro Enrique Pérez Mesa.
A seguidas las diferentes entidades y organizaciones entregaron obsequios al colectivo del Teatro Sauto en la persona de su director, Kalec Acosta Hurtado.
Susely Morfa, primera secretaria del Comité provincial del Partido, y el Gobernador de Matanzas, Mario Sabines Lorenzo, también reconocieron la labor en función de la cultura.
La primera pieza interpretada por Frank fue el Ave María de Franz Schubert que, según expresó, era un homenaje a los desaparecidos en el incendio de Supertanqueros, a Ildefonso Acosta y a la directora del Sauto, Cecilia Sodis.
La ovación llegó en los finales del concierto cuando Frank Fernández interpretó su versión para piano y orquesta de la Comparsa de Ernesto Lecuona, obra estrenada en diciembre de 1926 por su autor en este mismo escenario. (ALH)