El periplo del Ballet Español de Cuba (bec) por el vasto territorio de China continuó ahora en la capital del país: Beijing.
La gran urbe reservó una inmensa alegría para las huestes de Eduardo Veitía. La primera función tuvo lugar en el Teatro del Centro de Exposiciones de Pekín. Yo soy Cuba subió la temperatura del inmenso coliseo, que forma parte de un conjunto arquitectónico de estilo ecléctico, chino-soviético, construido hacia 1954 por un arquitecto de la antigua urss, y fue un regalo de esa nación a China. El público, portando banderas cubanas de distintos tamaños, no solo coreó La Guantanamera, cuando el grupo musical Son D’Estilo cantaba, sino que aplaudió hasta el delirio, y hubo gritos de ¡Cuba! ¡Cuba!, que iluminaron más la elegante sala.
La gran mayoría de los asistentes conocía bien nuestra patria, mostrando incluso fotos del malecón, que enseñaban durante el espectáculo, en la escena homónima cuando aparece en la pantalla –en los agradables diseños escenográficos de Tamine González–, una imagen de esa inmensa terraza habanera. Todos querían retratarse con los miembros de la compañía, cantaban, aplaudían, bailaban… Tal parecía que estábamos en Cuba, tan lejos y tan cerca, en instantes que no se olvidarán jamás. El Carnaval, la última escena del espectáculo, con el ritmo trepidante de los bailarines y la música arrolladora, fue una verdadera fiesta cubana, coloreada en azul, blanco y rojo en la sala.
Cuando concluyó la presentación, la cónsul de Cuba en Beijing, Sandra Olivia Hechavarría, junto a un grupo de miembros de la misión nuestra aquí, subieron a escena para saludar a la compañía, emocionados de ver la Patria reflejada.
Al siguiente día, el Director del Ballet Español de Cuba, junto con Eddy Veitía (padre) y maître de la compañía, y cuatros bailarines destacados en esta gira: Kelly Álvarez, Lauren Betancourt, Ismel Soto y Yankro Y. Jiménez, este último del Ballet Rakatán, junto a otros miembros de la dirección, asistieron a un encuentro amistoso, en la Academia de Ballet de Beijing. En ese destacado centro docente fueron recibidos por la Directora y otros miembros del Ejecutivo. Los estudiantes y profesores de la Academia bailaron un grupo de piezas, de diferentes estilos, que ocupan posiciones en las distintas cátedras de la Academia: ballet clásico, contemporáneo, tradicional y popular, incluso una pieza de aires hispanos, y nuestros bailarines, guiados por el maître Eddy Veitía, dieron una demostración de bailes cubanos: danzón, danzonete, son y salsa, a la que luego se incorporaron los estudiantes chinos.
El bec culminó su estancia en Beijing con una presentación en el teatro de la Academia de Danza de esta ciudad, en una función para los estudiantes y trabajadores de esa destacada institución. La gira continúa en tren, ahora escalando más al noreste del gigante asiático, específicamente hacia la ciudad prefectura Mudanjiang, de la provincia más septentrional: Heilongjiang, que tiene fronteras con Rusia.