En el Día Nacional del Archivero Cubano, hoy 3 de noviembre, fecha que rinde homenaje al capitán mambí y padre de la archivistica cubana Joaquín Llavería, felicito a todos los que se dedican a esta profesión, especialmente a los pocos archiveros escénicos, y les regalo esta frase que se encuentra en una pared del Patio Vagos Rumores de la CASA DE LA MEMORIA ESCÉNICA- ARCHIVO DE LA MEMORIA ESCÉNICA, junto a otras relacionadas con el teatro, la danza, el circo.
Es una frase del archivista mexicano Octavio Monroy, que sintetiza algo muy importante, entre otras, para nuestra especialidad: «Los archivistas deben amar los documentos para entenderlos»
Yo agregaría, que el que ama y entiende los documentos, vive una extraña y hermosa relación con el Tiempo, con otros Espacios, con las diferentes perspectivas de la Memoria, un viaje fascinante por la vida de otros, vivos y muertos, en un proceso de indagación constante, de luchas, contra numerosos obstáculos, como la soledad y la ignorancia.
Hay que amarlos para entenderlos, para protegerlos, para defenderlos. Hay que amarlos – y eso a veces se vuelve una extraña relación con ellos – cuando puedes hacer otra cosa, irte a otros lados.
He aprendido, en mi experiencia, que es un acto de lealtad con esa memoria viva de los archivos, donde conviven juntos la democracia, la pluralidad, la belleza y la libertad.
Felicidades a todos, especialmente a los escénicos, una especialidad que defendemos.
Ulises Rodríguez Febles/Casa de la Memoria Escénica
