Los trabajadores del Centro Provincial del Libro y la Literatura, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la empresa Artex de la ciudad de Matanzas, desarrollaron diversas actividades por el Día del Poeta cubano.
La colocación de la ofrenda floral al busto de Bonifacio Byrne en el Parque de las Banderas, y posteriormente el saneamiento del río San Juan inauguraron la jornada.
«Puedo describir la fecha como hermosa, hubo una excelente convocatoria pública y abundante recepción entre los intelectuales. La limpieza del río es una iniciativa enmarcada igualmente en la nueva edición de la Feria Internacional del Libro en la provincia. Esta resultó extraordinaria, incluso, los vecinos se incorporaron con muchísimo entusiasmo. Debo destacar a la Unidad de Base Empresarial (UEB) del Parque Zoológico Watkin de Matanzas. A través de los proyectos de apoyo al Mantenimiento a la Naturaleza, contribuyeron significativamente. Además, la presentación de Barquito de Papel iluminó el día”, comentó Efrahim Pérez Izquierdo, Director del Centro Provincial del Libro y la Literatura en Matanzas.

Durante la mañana también hicieron la entrega del Premio Bonifacio Byrne a Dianelys Pérez Pujol por la obra «Epitafio del lobo». Destacaron el precioso manejo de las herramientas de la poesía y originalidad que establecen sus conjeturas acerca de estos tiempos. Integraron el jurado José Manuel Espino, Gaudencio Rodríguez Santana e Yovanni Ferrer.
«Siento un orgullo gigante por obtener esta distinción. Quedé sorprendida porque competí con poetas que tienen libros publicados, son personas brillantes aquí, en la Atenas de Cuba. En cuanto a mi obra me basé en situaciones de la vida cotidiana. Lo escribí desde mi perspectiva porque considero que aún faltan pasos para lograr la igualdad de la mujer», detalló Dianelys Pérez Pujol, Premio Bonifacio Byrne.
La poeta matancera Delia Carrera propuso la conmemoración de esta fecha en el año 1944. El propósito era honrar al periodista Bonifacio Byrne y Puñales, quien escribió el poema «Mi Bandera» al regresar a Cuba luego de terminada la Guerra Cubano-Hispano-Americana. Ahí expresó su angustia por la incertidumbre del futuro nacional al ver izada en la fortaleza del Morro una bandera extranjera. En 1915 fue declarado Hijo Eminente de Matanzas y vocero de agonías del pueblo en su lucha contra la corona española.