El mes de septiembre del año 1959 obsequió a la ciudad de Matanzas uno de sus añorados deseos: tener un museo propio. En los bajos del Teatro Sauto, Monumento Nacional, abrió sus puertas el Museo Histórico de Matanzas, hoy llamado Museo provincial Palacio de Junco, primera institución de su tipo en el país fundada tras el triunfo revolucionario.

Este año, el también Centro Metodológico de Patrimonio en la provincia arribó a su aniversario 64 con el compromiso de continuar difundiendo y preservando la historia del territorio.

Según relata Yailet Burgos Expósito, directora del centro, los fondos del museo recorrieron diversos inmuebles hasta que definitivamente se trasladaron en 1980 a la restaurada residencia de los Junco, en la Plaza de la Vigía.

El museo presenta diecisiete salas de exposición, incluida una extensional en la escuela Mártires del Goicuría. De ellas trece son permanentes, dispuestas en orden cronológico y cuentan los principales acontecimientos de la historia de la provincia. Entre ellas se destacan la sala de la ciudad, la del desarrollo económico y la de las guerras mambisas, las cuales recogen todo el proceso de lucha independentista y diversos objetos de las distintas épocas.

El Museo Palacio de Junco dedica también una exposición a los asentamientos asiáticos presentes en el territorio yumurino, incluidas las culturas china, coreana y japonesa.

«Pretendemos que esta se convierta en una sala permanente por la aceptación que ha tenido del público. Hasta la fecha es transitoria, o sea, que no está abierta al público en todo momento, y estamos a la espera de la aceptación del Consejo Nacional de Patrimoni0».

Además presenta diversas salas transitorias como la que dedican a la muestra del mes.

Entre sus piezas más famosas cuenta con la única momia de su tipo en Cuba y una colección asiática de figuras de marfil.

En el marco de las celebraciones la institución preparó un amplio programa cultural durante todo el mes de septiembre. La inauguración de la muestra del mes, dedicada en esta ocasión a los instrumentos de viento, iniciaron las actividades.

La muestra, organizada por Olga Lidia González Monguía, incluye reliquias de la música matancera, entre ellas el cornetín que perteneció al reconocido músico Miguel Faílde, creador del primer danzón; un clarinete usado por el compositor Rafael Somavilla Pedroso para impartir clases y tocar con la Orquesta de Matanzas, y el saxofón del miembro de la Banda de Música y Conciertos de Bolondrón, Geordano Jaquinet Hernández, de principios del siglo XX.

Durante el resto del mes de septiembre el Museo Palacio de Junco realizará diversas actividades con motivo de su aniversario. (ALH)

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