En los últimos años el consumo de drogas aumenta, especialmente en los jóvenes.
Uno de los problemas más alarmantes lo representa la creciente popularidad del canabinoide sintético conocido como » Químico».
La sustancia imita los efectos de la marihuana con una mayor potencia. Una crisis silenciosa genera en las personas que la consumen y afectan la salud física y mental.
El «Químico» puede costar menos que algunos alimento básicos, de ahí la facilidad para su distribución. La droga sintética no solo provoca dependencia, sino que también puede desencadenar episodios de ansiedad, psicosis y otros trastornos mentales graves. Además, su consumo está vinculado a comportamientos de riesgo que ponen en peligro la vida y el bienestar de los jóvenes.
El consumo de las drogas, con énfasis en las sustancias sintéticas como el «Químico», no solo afecta al individuo, sino también a su entorno familiar y social. La adicción puede conducir a la pérdida de oportunidades educativas y laborales, deterioro de las relaciones personales y aumento de la violencia y la delincuencia.
Por ello, resulta vital promover una cultura de prevención y educación desde edades tempranas. Los jóvenes, aunque reciben información clara y veraz sobre los riesgos del consumo de drogas, olvidan los consejos y prefieren arriesgar en gran medida, su vida . Las familias, las escuelas y la personas que los rodean desempeñan un papel crucial para apoyar a la juventud, fortalecer su autoestima y sentido de pertenencia.
Además, las autoridades cubanas deben intensificar las acciones para controlar la producción y distribución de estas sustancias, así como continuar con los servicios de atención y rehabilitación para los afectados. Solo con un enfoque integral podrán enfrentar este problema que amenaza el futuro de muchas generaciones.
Digamos NO A LAS DROGAS, evitar su consumo representa una decisión que salva vidas. La juventud cubana merece un entorno sano y seguro donde puedan crecer y alcanzar sus metas sin caer en las trampas de las sustancias dañinas. La lucha contra las drogas constituye responsabilidad de todas y todos. Solo así construiremos un futuro mejor para Cuba.