La familia es la base de toda sociedad. Dentro de ella los adultos educan y transmiten valores a los más pequeños. Quien te acompaña, te enseña como es la vida y te muestra el mundo.
Mi familia es un dibujo, lo digo siempre; parecemos locos.
Todos los días me despierto con la voz de mi tío resonando por toda la casa, la música de Ricardo Arjona que tanto le gusta a mi mamá y el olor del café que hace mi papá.
Todo lo que soy se lo debo a ellos y me siento orgullosa de estar entre personas que me demuestran día a día cuanto me aman.
Cuando estoy triste y pienso que todo se viene abajo, mi familia está ahí para que logre salir a flote, sin importar la hora ni cuanto tiempo lleve recomponerme. Me llevan de la mano como a un niña pequeña pues, a pesar de la edad, siempre seré eso para ellos.
No importa cuántos errores cometa, nunca me dan la espalda, no me abandonan, me enseñan y me aconsejan para que en un futuro no haga lo mismo.
Aunque tengamos nuestras diferencias y me encuentre lejos, saben que son por quienes me esfuerzo para ser mejor.
Cada vez que escucho sus voces cuando conversan sobre mí y comentan que estudio Periodismo siento una alegría y felicidad inmensa, pues no hay nada más lindo que ver sus ojos llenos de orgullo.
Llevo en mi mente las palabras de mis padres:»No nos defraudes, haznos sentir orgullosos», y eso intento cada día, con cada paso que doy, ser una mejor persona y lograr todos mis sueños.
Contar con las personas que amo, las que me vieron nacer y convertirme en quien soy, es lo más reconfortante que existe.
Su amor es real y que aunque pasen miles de personas por mi vida nadie me conoce como ellos.
No recuerdo mi primera palabra y mucho menos aquellos pasitos que tanto alegraron a mamá y papá, pero sí todas las alegrías, tristezas y momentos compartidos, porque muchas cosas pueden suceder, pero somos una familia y eso no lo cambia nadie.
Hay personas que no la valoran, ni tienen en cuenta el privilegio que es tener a una familia unida y completa.
No hay nada más triste que una separación familiar o la ausencia de un ser querido, porque eso son cosas que se sobrellevan, pero no se superan.
La vida es una y la familia también, no se escoge ni se elige, no es como esa flor que siempre se quiere por bonita, es mucho más que eso. Es amor, confianza, respeto, orgullo y lo más real que un ser humano puede poseer. (ALH)