Aunque algunas situaciones provoquen la risa y no debas expresarla, lo cierto es que reír resulta saludable.
Representa una alternativa divertida y contagiosa, manifestada incluso estando a solas cuando recordamos un suceso gracioso.
De ahí el refrán: quien solo se ríe de sus maldades se acuerda.
Se trata de un fenómeno natural. Un bebé a las 36 horas de nacido puede ofrecer una sonrisa a los padres.
Los niños están mucho más dispuestos a reír que los mayores, 300 veces como promedio al día por entre 15 y cien de sus antecesores.
El buen humos prolonga la vida
Estudios científicos demuestran que los enfermos de Sida o cáncer tienen una mayor resistencia mientras mejor sea su estado anímico.
También expresa señal de camaradería, pues cuando la compartimos con otro ser nos convertimos en cómplices.
De igual modo ayuda a reconocernos. Si somos capaces de encontrar en nosotros mismos un motivo para reír significa que hemos elevado nuestra autoestima.
La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del órgano.
En ella, según expertos, reside la creatividad, la capacidad para pensar en el futuro y la moral.
Los estudios muestran que con la adultez perdemos la espontaneidad, disminuye la carcajada o el ansia de encontrar la vis cómica a las situaciones.
No obstante, considero que si nos lo proponemos, logramos mantenerla.
Conozco personas de avanzada edad a quienes nunca el buen humor les ha abandonado.
¿Risueños o malhumorados?
Una sonrisa poco cuesta y mucho aporta. Este criterio fue compartido por la generalidad de las personas con quienes traté el tema.
El joven Fernando García Loroy, risueño por naturaleza, expresó su predilección por reír todo el tiempo.
«Me siento bien cuando lo hago. Creo que los amargados no saben disfrutar la vida. Aunque reconozco que nosotros a veces la empleamos para burlarnos y sé que es incorrecto».
Para la quinceañera Lorena Hernández Leyva quienes siempre ríen van por muy buen camino.
«¿Y los malhumorados? ¡Qué va, mala energía! Solo la positiva ayuda a que las cosas nos salgan bien».
Si cada día ofreces una sonrisa a tus semejantes, en el hogar, la escuela, el trabajo, verás los resultados.
No pierdas la oportunidad de ayudarte a ti mismo y de hacer la vida más placentera.