Por Ángel Rodríguez Pérez 
Este 19 de agosto se cumplen 185 años de la compra por el estado francés de la patente del daguerrotipo, primer antecedente de la fotografía que conocemos en la actualidad. Nacía entonces la posibilidad de registrar por medios mecánicos una imagen para la historia.
El invento reconocido a nombre del francés Louis Daguerre (1787-1851), nació en París, basado en la técnica de obtener una imagen sobre una superficie de plata pulida.
Apenas siete meses más tarde, el hijo del Gobernador General de Cuba, obtiene en Francia una cámara del curioso invento y emprende en la isla la temprana realización de daguerrotipos. Poco después, el 3 de enero de 1841 se inauguraba en La Habana el primer estudio comercial para la realización de retratos mediante la novedosa técnica.
A la extensión mundial del daguerrotipo le aparecieron con los años nuevos elementos técnicos. Lentes, películas y mecanismos precisos para atrapar la luz, dieron lugar a las cámaras fotográficas, las que evolucionaron a su vez hasta la actual tecnología digital.
Daguerrotipos y fotografías introdujeron nuevas posibilidades comunicativas y artísticas, a lo largo de la historia, para constituirse en un elemento imprescindible de la vida moderna.
Cuba cuenta con un apreciable tesoro documental enriquecido por el registro fotográfico de su historia. Valiosas colecciones muestran páginas gloriosas de nuestras luchas de independencia, la vida del país durante la República mediatizada, cuando la fotografía de prensa, comercial y artística alcanzó singular desarrollo así como la que acompaña gloriosamente los 65 años de la epopeya revolucionaria.
Nombres como los de Alberto Korda, Osvaldo Salas, Raúl Corrales, Livorio Noval y Roberto Chile, devienen imprescindibles al discurso épico inaugurado con la Revolución. Cubana.
En la fotografía artística descuellan obras como los de René Peña, Marta María, Abigaíl González Piña, Eduardo Hernández Santos y Cirenaica Moreira, que destacan en el catálogo de las artes plásticas cubanas.
La provincia de Matanzas, atesora un rico historial fotográfico, periodístico y artístico. Numerosos estudios nacieron en sus calles durante la segunda mitad del siglo XIX y una pléyade de fotógrafos dejaron su huella en el devenir socio cultural matancero.
Mucho más acá en el tiempo destaco la obra de Guillermo Miró, cuyas fotos mostraron al mundo la masacre del Goicuría. Con ella distingo la impronta de Juan Seguí y su encomiable labor educativa o la reconocida labor artística y reporteril de Ramón Pacheco, junto a decenas de matanceros que dan cuenta de una destacada tradición fotográfica.
En nuestros días nuevos valores integrados al quehacer de la provincia, registran importantes páginas de contenido informativo o artístico. Temas del acontecer social de la provincia, instantáneas citadinas, la riqueza natural y paisajística de nuestra tierra, y el arte experimental conforman el universo plástico de la realización fotográfica matancera. A ella contribuyen creadores como Ernesto Cruz, Adversy Alonso, Raúl Navarro, Rigoberto León, Julio Cesar Martínez, Gío Fernández, Alexis Plasencia, Dany Hernández, Karla González, David López, Jorge Aluisio y Edgar Moragas, entre muchos otros que gozan de merecido reconocimiento.
Con la aparición de la fotografía digital y las facilidades de las tecnologías actuales, la nómina de fotógrafos profesionales fue acompañada por millones de aficionados que apuestan por detener el tiempo y atrapar memorables momentos.
Escenas familiares, encuentros de amigos, citas amorosas quedan registrados fotográficamente para la historia.
Junto a ellas, un manojo de fotos icónicas nos atraparon en el curso de la vida. Imágenes memorables que nos acompañan siempre, atrapadas por el lente de reconocidos fotógrafos.
Desde 2010 es celebrado cada 19 de agosto el Día Mundial de la Fotografía, otorgándose a la compra de la patente de Louis Daguerre, la fecha fundacional de un arte memorable.
En ocasión tan especial, celebro la suerte de conocer excelentes fotógrafos. Singular oportunidad para repasar algunas de las fotografías preferidas, traer al recuerdo entrañables momentos y agradecer por siempre a todos los que hacen posible, el glorioso instante de atrapar una cálida imagen para la historia.
