«¡Qué calor!», así decimos casi a diario.  A propósito, dedicamos la presente entrega de Buen Idioma al vocablo calor. ¿Es masculino o femenino?

Quienes crean que el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, sirve únicamente para conocer el significado de las palabras desaprovecharán las innumerables ventajas que proporciona esta obra, entre ellas: la etimología de las palabras, la conjugación de los verbos, así como en qué áreas geográficas se usan determinados vocablos…

Otra información de gran utilidad para los que consulten el diccionario está “escondida” detrás de las marcas lexicográficas, es decir, de las abreviaturas que acompañan las definiciones, como m. (‘nombre masculino’), u. t. c. s. (‘usado también como sustantivo’), tr. (‘verbo transitivo’), p. us. (‘poco usado’)… Así pues, al buscar la palabra calor encontramos amplia información. A continuación analizaremos parte de ella.

Parte del artículo lexicográfico dedicado al vocablo calor en el «Diccionario de la lengua española». (Captura de pantalla de www.dle.rae.es)

De las siete acepciones que ofrece el lexicón académico, nos centraremos en la primera de ellas: 1. m. Sensación que se experimenta ante una elevada temperatura. En And. y algunos lugares de Am., u. t. c. f. Si nos basamos en lo explicado anteriormente, sabremos que el sustantivo calor es masculino, pues ese dato lo indica la abreviatura m. (‘nombre masculino’). Por esta razón, se dirá el calor, los calores, mucho/poco calor…

Ahora bien, si nos quedamos solo con esta información y no hacemos caso a que en esta obra se indica que en Andalucía y algunos lugares de América, calor también se emplea como femenino, no sabremos que en esas zonas se dice la calor, las calores… ¿Es este uso correcto? ¿Qué dicen las academias de la lengua?

Al respecto, la Real Academia Española — como explicó mediante su servicio de consultas lingüísticas en Enclave RAE — reafirma que «el sustantivo calor es voz masculina en la lengua general culta», aunque da fe de que «su uso en femenino, normal en el español medieval y clásico, se considera hoy vulgar en la mayor parte del ámbito hispanohablante».

Asimismo, la RAE considera que en las zonas antes mencionadas, el uso de calor en femenino es también «normal entre hablantes cultos». Señala que «algunos de estos hablantes refieren, incluso, un uso distintivo según el género, asociando el femenino a ‘calor extremo’. Puede aparecer también calor en femenino en textos literarios, con finalidad arcaizante». Esto justifica que no sea un uso censurable en dichos territorios.

Confiamos en que en la nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas, hoy día en proceso de actualización, se maticen los criterios normativos al respecto, pues una obra como esa debe dar constancia de que en varios lugares el empleo de este vocablo en femenino no está estigmatizado.

Por Cristian Martínez González

Tomado de Juventud Técnica

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