Apasionada de la ciencia de la Biología, Lynn Margulis revolucionó la manera de explicar la evolución de la vida.

Nacida en Chicago el 5 de marzo de 1938, Lynn Margulis estudió en el Instituto Hyde Park de esa ciudad. Con 16 años fue aceptada en un programa para alumnos talentos de la Universidad de Chicago. Culminó con éxito en 1960 una maestría en zoología y genética en la Universidad de Wisconsin. Cinco años más tarde se doctoró en Genética por la Universidad de Berkeley. Comenzó a laborar en el Departamento de Genética de la Universidad de Boston en 1966.

Dio a conocer en 1967 el artículo “Sobre el origen de las células mitosantes”, primero de una serie de publicaciones que causaron una revolución en la forma de concebir la evolución biológica hasta ese momento. En ellas fundamentó la llamada Teoría de la endosimbiosis seriada. Esta fue expuesta con fuertes argumentos en el libro Origen de las células eucariotas (1970).

La propuesta teórica de Margulis plantea que las células eucariotas, las que poseen núcleo, evolucionaron a partir de la simbiosis entre bacterias que habían existido de manera independiente. Con ello intentó resolver el paso evolutivo de la célula procariota a eucariota, al demostrar que no sólo existe una evolución gradual, sino que un suceso brusco y ocurrido una sola vez en la historia puede producir grandes saltos evolutivos.

Tal concepción fue recibida con escepticismo, debido al predominio del Enfoque genético-darwiniano en la explicación de la evolución de la vida. Sin embargo, descubrimientos posteriores han confirmado su validez con respecto a la aparición de la célula eucariota.

Otra de sus hipótesis fue la Teoría simbiogenética, según la cual animales y plantas, considerados organismos individuales, son en realidad comunidades de organismos menos complejos (células y bacterias) que cooperan para sobrevivir. Esta idea no ha sido aceptada como un hecho generalizado en el proceso evolutivo, aunque sí como un proceso aislado que pudo haber sucedido en casos muy concretos.

En 1982 publicó, junto a la bióloga estadounidense Karlene V. Schwartz, el libro Cinco reinos, en el cual fundamentó la clasificación de la vida en cinco reinos, agrupados en dos grandes grupos: bacterias y eucariotas. Este modelo, propuesto inicialmente por Robert Whittaker, fue aceptado y utilizado durante décadas en las investigaciones y la enseñanza de la Biología.

Margulis fue autora de otros libros, en los cuales defendió conceptos y dilemas científicos para una audiencia popular. Tal fue el caso de la controvertida “Hipótesis Gaia” de James Lovelock, teoría que defiende que la Tierra es un super organismo.

Fue elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias en 1983. Estuvo entre los tres miembros estadounidenses de la Academia Rusa de Ciencias Naturales. También recibió en 1999 la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Fue galardonada en 2008 con la medalla Darwin-Wallace de la Sociedad Linneana de Londres.

Trabajadora incansable, Lynn Margullis sufrió un derrame cerebral mientras trabajaba con uno de sus estudiantes. Falleció cinco días después, el 22 de noviembre de 2011 en Amherst, Massachusetts, a la edad de 73 años. Pasó a la historia como una mujer incansable, que no se sintió derrotada y trabajó por demostrar sus novedosas ideas, las cuales fueron una auténtica revolución en el campo de la evolución biológica.(LLOLL)

0 comentario sobre «Lynn Margulis: una revolución en la Biología»
  1. Muy interesante comentario sobre una personalidad de las ciencias biológicas cuyo trabajo aún no es suficientemente reconocido, a pesar de que tanto la teoría del origen endosimbiótico de la célula eucariota (los cloroplastos son organelos que provienen de cianobacterias, mientras que las mitocondrias evolucionarían dentro de la célula a partir de un clado emparentado con las rickettsias), como la teoría más general de la simbiogénesis según la cual los organismos superiores han evolucionado con el aporte cruzado de otros organismos que entran a formar parte de su ADN (y ARN) en diferentes momentos de su evolución, son paradigmas perfectamente aceptados en la actualidad. La decodificación del código genético revela, más allá de toda duda, los vestigios de fragmentos foráneos de ADN, no solo bacteriano, sino también viral. Ese paradigma, si bien no fue creado por Lynn Sagan en 1967 (en ese entonces esposa de Carl Sagan), sí fue defendido por ella vigorosamente desde entonces y, como cualquier otra teoría científica, hasta su muerte, sufrío modificaciones antes de establecerse con la solidez de hoy. El resultado revolucionario de su trabajo es la sustitución del árbol de la vida darwiniano donde todos los organismos tienen un ancestro único, por un verdadero grafo fertilizado por relaciones cruzadas que suceden entre sus ramas en eventos evolutivos que se pueden comprobar con el estudio del ADN.
    Creo que un tema que tampoco se ha estudiado suficientemente es el aporte que pudo significar a la brillantez de su talento a la formación astrobiológica de su esposo Carl, en un momento en que está disciplina y su propia cosmovisión personal se estaba desarrollando en el sentido de unir la ciencia planetaria con la investigación de la biología y la bioquímica como potenciales hechos cósmicos.
    De la hipótesis de Gaia hay que decir que no solo fue una divulgadora sino que, con desde su estrecha relación con James Lovelock contribuyó a ella muchos sentidos, según contaba este longevo científico.
    Por último, los libros divulgativos suyos y los escritos con el hijo de ambos, Dorion Sagan, varios de ellos publicados en español, tales como Microcosmos o ¿Qué es la vida?, son de muy recomendable lectura, sobre todo para los jóvenes, como sólidas invitaciones al desarrollo de la imaginación en la ciencia.
    Así que, felicitaciones Luis Ernesto, por acercarnos a esta figura, que tanto lo merece por sus múltiples y poco conocidos méritos.

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