Publican libro cubano sobre Inteligencia Artificial

Los medios hablan de un ‘boom’ de la Inteligencia Artificial en los últimos meses. Miles de noticias y usuarios en las redes se hacen eco de las versiones apocalípticas o, por el contrario, optimistas en extremo, del impacto de esta ola emergente de apps, sitios web u objetos que han llegado para quedarse y debemos adaptar a nuestras vidas, — o a las que nuestras vidas deben adaptarse.

A pesar de que en países con un alto potencial económico es donde se ha podido constatar la mayor escalada e incorporación de estos al funcionamiento social, el contexto cubano no escapa a las nuevas tendencias en materia tecnológica. Pero como el comportamiento de los fenómenos está mediado por su entorno, el caso de Cuba debe ser abordado desde adentro, de forma profunda y crítica, debido a las conocidas limitaciones existentes en el acceso a este y otros tipos de tecnologías.

“Específicamente, la inteligencia artificial generativa se ha materializado como una fuerza masiva, que en muy poco tiempo ya involucra a millones de usuarios, medios y empresas en la creación de contenido. Sin embargo, más allá del fervor tecnológico, ¿qué es realmente la inteligencia artificial generativa? y ¿cómo podemos aprovecharla para potenciar nuestras rutinas productivas y creativas?”.

Tal es la carta de presentación que proponen los autores Hamlet López García (H), María Carla O’Connor Barrios (MC) y Diasbel Liliana Chang Olivera (DL) en su libro De GPT a LLAMA: Una breve guía práctica sobre Inteligencia Artificial Generativa para Cuba, bajo el sello editorial del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.

Una de las autoras, la licenciada Diasbel Liliana Chang Olivera, explica que la guía “es un buen primer paso en el espacio académico para una lectura crítica de esta tecnología, pero también para un profesional que usa dispositivos digitales en su trabajo y que probablemente pueda involucrar en este las inteligencias artificiales generativas”.

El proceso creativo comenzó en noviembre del pasado año y se enfocó en abordar el tema desde un producto comunicativo, en este caso, un libro, con el objetivo de educar a los estudiantes y al usuario promedio que está en contacto con las herramientas de la Inteligencia Artificial (IA) Generativa.

¿Cuál ha sido la motivación fundamental para elaborar esta guía en el contexto cubano, aun con las limitaciones que se tienen en el país para el acceso a las herramientas de Inteligencia Artificial Generativa?

–MC: Para nosotros es muy importante traer este libro al contexto cubano por la brecha digital que existe en nuestro país con respecto al mundo, para crear conciencia sobre la necesidad del profesional cubano de acceder a la lA y saber las potencialidades que tiene, porque solo mediante esta interacción el usuario crea competencias que lo hacen más productivo y competente en el mercado laboral nacional e internacional.

“Evidentemente, para la persona que vive en Cuba, el hecho de no tener acceso a estas herramientas o solo tener acceso a su versión 1.0 y versiones gratuitas, lo hace estar en desigualdad a la hora de entrar en competencia con otros profesionales del mundo.

“Además, por supuesto, como principal motivación para elaborar la guía en nuestro contexto están los recursos que brinda la lA para generar contenido, procesar grandes cantidades de texto y crear en cuestión de segundos una infinidad de imágenes, lo cual acelera los procesos productivos y hace mucho más eficiente el trabajo de miles de profesionales”.

Al ser profesionales de la comunicación, ¿está este libro enfocado exclusivamente en brindar herramientas a los profesionales de este campo?

–H: Creo que el libro puede ser de utilidad para cualquier profesional que esté interesado en incorporar la herramienta de inteligencia artificial generativa a su flujo de trabajo, ya tenga este que ver con la comunicación o no.

“Algunos de los indicadores y sugerencias que damos en el libro, tales como asegurarse de la fiabilidad de los resultados una vez que se incorporan las herramientas de IA generativa, sí van a beneficiar en mayor medida a los profesionales de la comunicación, porque es el campo donde podemos avizorar ahora mismo una incorporación más directa y rápida de estas herramientas. Pero en general, pienso que a cualquier otro profesional que tenga que extraer, procesar y devolver información en forma de texto o de imágenes le puede resultar útil.

“En cuanto a la generación de textos, hay quienes piensan que atentan directamente contra la creatividad humana, ya que no solo ofrecen información sino que también la redactan según las peticiones del usuario”.

¿Cómo aborda la guía este conflicto de hasta qué punto aprovechar las potencialidades y herramientas de la lA generativa y mantener las ideas propias?

–DL: Quizás no lo aborda exactamente de esta manera pero sí defiende todo el tiempo el uso de estas aplicaciones de una forma crítica y qué entendemos por ese uso crítico. El impacto de una tecnología siempre va a depender del uso que le demos las personas.

“En la carrera de Periodismo, por ejemplo, enseñamos cómo buscar información en internet, hablamos sobre los buscadores y decimos que no debemos quedarnos con la primera página de resultados, que debemos utilizar más de un buscador. Esa misma actitud es la que hay que tener ahora cuando hablemos de IA generativa. Si la utilizamos sin verificar o evaluar la información y sencillamente nos quedamos con lo que nos devuelve en un primer momento por facilismo, perderíamos esas habilidades por las que siempre abogamos.

“Debemos verla como una herramienta de apoyo pero no como una que va a hacer tu trabajo. Se trata de que en menor tiempo obtengas mejores resultados y es la idea que defendemos en el libro. Creo que no se detiene tanto en el diálogo de si va a limitar la creatividad o no, porque sobreentendemos que ello depende del uso que le demos a la tecnología”.

¿Creen que la guía permita, además de conocer las potencialidades de lA, tener herramientas para distinguir el contenido visual generado por esta tecnología, aunque no esté declarado como tal?

–MC: No concebimos este libro como una guía de pasos, sino como un documento que desglose lo que es la inteligencia artificial a través de los diferentes formatos.

“En el caso de las imágenes, el objetivo no era hacer énfasis en cómo crear una imagen u obtener determinado resultado, sino en cómo aprender a convivir en un escenario digital donde a diario vemos cada vez más imágenes sintéticas, pero hiperrealistas, que difuminan totalmente la realidad y la ficción, utilizadas en algunos casos con fines lúdicos, pero en otros con la intención de desinformar o sustituir los roles de profesionales como diseñadores e informáticos.

“Entonces era fundamental explicar cómo el usuario puede convivir en este ecosistema con las nuevas representaciones sociales, entendiendo que estas herramientas no son perfectas, sino que están entrenadas con grandes sistemas de datos que se alojan en Internet y provienen de los países más desarrollados, los cuales a lo largo de la historia han establecido ciertas formas de ver el mundo que no necesariamente responden a su representatividad tal cual es”.

¿Cómo valoras el impacto del deepfake en la credibilidad del público respecto a los contenidos periodísticos?

–MC: Pienso que uno de los grandes dilemas que tenemos quienes estudiamos el mundo digital y la comunicación es el hecho de que se hayan borrado las barreras entre el creador de contenido y el público, porque en el momento en que una herramienta se pone a disposición del usuario promedio, comienza el dilema ético acerca de sus usos responsables para no desinformar.

“Vivimos en una época donde todos tenemos acceso a herramientas a las que quizás antes solo accedía un grupo reducido de profesionales, y ahí es cuando hay un punto de inflexión. No se trata de solo enseñar a la gente sobre un determinado tema, sino además a convivir con él y a usarlo responsablemente.

“En cuanto a la lA, el objetivo no sería solo enseñar a reconocer que una imagen de Donald Trump siendo arrestado no es verdad, sino que también hay que educar para que el ciudadano no emplee esa herramienta para desinformar a las personas alrededor suyo”.

¿Crees que en Cuba estemos próximos a darle espacio institucional a la Inteligencia Artificial Generativa?

–H: En Cuba hay un importante trabajo acumulado alrededor de la inteligencia artificial, conducido por centros universitarios como la Universidad de Camagüey. Esta se ha aplicado también en esferas como la medicina, la transportación y otras de la vida socioeconómica del país, es decir, en Cuba hay experiencia.

“Lo que pasa en particular con la inteligencia artificial generativa es que, de pronto, es una forma de IA que ha llegado a ser pública de una manera práctica y con resultados mucho más visibles. En el país se está trabajando intensamente para generar políticas que permitan por una parte, aprovechar mejor las ventajas que esta ofrece y, al mismo tiempo, establecer protecciones y mecanismos de seguridad para que la interacción con la tecnología sea de una manera segura, ética y respetuosa, afín a nuestros valores.

“Estamos ante un texto educativo que se propone hacer reflexionar a los usuarios acerca de la IA generativa, para darles la capacidad de aprovechar sus potencialidades sin comprometer el sentido de la ética.

Sus autores lo han concebido, además, como una guía que favorezca la convivencia con las herramientas de IAG en el contexto cubano, sin ceder a los criterios apocalípticos sobre el tema que, seguramente, requerirá seguir siendo abordado desde la mirada académica y científica. (ALH)

Con información de Mi aula hipermedia en Medium

Adriana Fajardo Pérez y Lía Rodríguez Reina/Cubadebate

Acerca Redacción TV Yumurí

Le puede interesar

Naciones Unidas llamará a la acción sobre el calor extremo

La ONU lanzará hoy 25 de julio su llamado a la acción sobre el calor …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *