Un equipo de investigadores que usó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), el mayor proyecto astronómico del mundo con sede en el chileno Llano de Chajnantor y al que está asociado el Observatorio Europeo Austral (ESO), descubrió una galaxia que desafía los conocimientos existentes sobre la formación de estos sistemas.
Según informó este lunes el ESO, la nueva galaxia, bautizada REBELS-25, presenta una forma ‘tan ordenada’ como las galaxias actuales, a pesar de que refleja cómo era el universo cuando este ‘tenía solo 700 millones de años’.
Considerada como una ‘galaxia temprana’, lo habitual dentro de este tipo es que tengan un aspecto más caótico, pero REBELS-25 es similar en su forma a la Vía Láctea, caracterizada por un disco giratorio con estructuras tan definidas como los brazos espirales.
En la comunidad científica se tendía a pensar que esas estructuras eran resultado, mayormente, del paso de miles de millones de años de evolución.
«Las teorías actuales sugieren que, para que una galaxia sea tan ordenada como nuestra propia Vía Láctea deben haber transcurrido miles de millones de años», señala el ESO en su comunicado.
Sin embargo, la detección de REBELS-25 ‘desafía esa escala de tiempo’, explicó la institución con sede en Garching (Alemania).
«Ver una galaxia con tales similitudes con nuestra propia Vía Láctea, que está fuertemente dominada por la rotación, desafía nuestro entendimiento sobre la rapidez con la que evolucionan las galaxias del universo temprano hasta convertirse en las galaxias ordenadas que vemos ahora en el cosmos», dijo Lucie Rowland, autora principal del descubrimiento.
Jacqueline Hodge, astrónoma de la Universidad de Leiden (Países Bajos) y también coautora del estudio sobre REBELS-25, planteó que, hasta ahora, tal y como se entiende la formación de galaxias, se espera ‘que la mayoría de las galaxias tempranas sean pequeñas y parezcan choques de trenes’.
Los investigadores del ESO habían descubierto la presencia de REBELS-25 con anterioridad gracias al ALMA, pero las imágenes que tenían de ella no eran lo suficientemente reveladoras como las que manejan ahora sobre esta galaxia temprana.
El ALMA, el mayor instrumento de este tipo del mundo y situado a 5.000 metros de altitud en el desierto chileno de Atacama, lleva algo más de una década en funcionamiento; un tiempo que ha servido para desvelar numerosos secretos del firmamento además de contribuir a producir, entre otras cosas, la primera fotografía de un agujero negro. (LLOLL)
(Tomado de EFE)