En el improvisado taller de impresión las arañas tejen su tela y se reproducen sin ser molestadas. Realmente es interesante seguir el plácido ritmo de su vida, aunque algunas personas miren alrededor y desaprueben la costumbre, al pensar que se trata solo de no sacudir el entorno y en particular los rincones.
Recientemente se publicaron algunos datos a partir de tratados escritos por investigadores afines a la defensa de esta especie. Su primer postulado es que uno de los factores más importantes a tomar en cuenta es que las arañas no son agentes nocivos para los seres humanos.
Seguidamente, afirman que, por el contrario, cumplen la función biológica de detener plagas importantes, ya que son las depredadoras naturales de ciertos insectos generalmente más invasivos y molestos para los seres humanos. De dudarlo, basta recordar a mosquitos, moscas y jejenes.
Los defensores de las arañas de casa alientan a la población a no matar a las que se puedan encontrar en los hogares, y Andi Fischer, candidato a doctor en la Universidad Simon Fraser en Vancouver, Canadá, afirma: “No creo que haya un gran beneficio en matar arañas. Yo mismo, cuando encuentro una en mi casa, simplemente la ignoro porque sé que son inofensivas y se están deshaciendo de los mosquitos y moscas que en realidad me molestan”.
La aracnofobia ha propiciado que se caracterice a estos animales como seres violentos y entrometidos con la vida humana. Se trata solo de desinformación, pues las arañas no son animales particularmente agresivos.
En cambio, son generalmente tímidos, solitarios y depredadores de pequeños insectos que capturan en sus telas para comerlos directamente en su espacio.
Suelen poseer seis u ocho ojos pequeños, que al parecer solo pueden distinguir la sombra de la luz y el movimiento cerca, y están abundantemente representados en todo el mundo.
Así que debemos pensarlo cuando vayamos a eliminarlas: quizás lo más aconsejable sea trasladarlas a un lugar donde no molesten a quienes claman por la limpieza perfecta.
Piense, en todo caso, que pese a la mala reputación que tiene estos arácnidos, en algunas culturas encontrar arañas en la casa se interpreta como un presagio de buena suerte y prosperidad económica.