Desde la Dirección de Gestión Ambiental de Ciénaga de Zapata, perteneciente al Centro de Servicios Ambientales de Matanzas, se destaca la importancia de los pastos marinos, un recurso natural esencial pero poco visible que habita en las aguas poco profundas de la región.
En particular, las praderas de Thalassia testudinum, conocida popularmente como hierba de tortuga, que se extienden en la Bahía de Cochinos y constituyen un ecosistema clave para la salud ambiental y la biodiversidad.
Estas plantas marinas, a diferencia de las algas, realizan fotosíntesis, absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno, contribuyendo significativamente a la regulación del clima, al igual que los bosques terrestres.
Además, funcionan como refugio y zona de crianza para numerosas especies marinas juveniles, protegen las costas de la erosión al amortiguar la fuerza de las olas y mejoran la calidad del agua al filtrar sedimentos y contaminantes.
El monitoreo y estudio de estas praderas fue realizado por los especialistas ambientales Eddy Ismael Tito Aguilar y Luis Mesa Morales, quienes con su experiencia permiten profundizar en el conocimiento y conservación de estos ecosistemas vitales para la región y el país.
La conservación de los pastos marinos no solo es un acto de protección ambiental, sino una estrategia fundamental para enfrentar el cambio climático, dado su papel en el almacenamiento de carbono y el sostenimiento de la vida costera. Por ello, desde las instituciones ambientales de la Ciénaga de Zapata se invita a la población a valorar este “oro verde” que sostiene la biodiversidad y la vida humana.

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