Ya poner imágenes en una publicación puede ser catalogado de propaganda y hasta las fotos pueden ser tomadas para ofender y desacreditar una información. Si no la das es mala y si lo haces, a veces, es peor.
Coincido y vuelvo a reiterar que al menos en Colón no existe un sistema efectivo de recogida de desechos sólidos y por ello proliferan los desagradables basureros.

Primera causa, que las personas no tienen donde depositar los desechos de las casas porque no residen en las calles donde de forma sistemática pasa la carreta de servicios comunales.

Perdimos los coches tirados por caballos que resolvían tremendo problema con la higiene de la ciudad y hoy, muchos piden que se retomen; pero dónde se encuentra un cochero que ese dispuesto para esta labor, si con la transportación de personas, mercancías, mudanzas o cualquier otro servicio obtienen una remuneración económica muy superior a la que percibirán por la recogida de basura.

A todos esto, se unió la situación actual de las arbovirosis, con un alto índice de enfermos y la necesidad de realizar acciones para erradicar toda la suciedad que se multiplica en varios espacios de la ciudad.

Este ejemplo, el de las fotos, resulta uno de los más criticados, como otros en iguales condiciones. Se limpió, como el de atrás de la Terminal Chiquita, y en menos de 2 horas ya estaban botando basura a pesar de las súplicas y exigencias de los vecinos que a viva voz pedían que no lo hicieran.

De todas formas con el apagón de la noche ya en la mañana los vertederos estaban casi iguales. Nuevamente llegaron los equipos para recoger la basura, pues cerca está el círculo infantil y viviendas. Se volvió a destinar combustible para dejarlo limpio, repito, como nunca. La pregunta ahora es: cuánto durará?

Es una larga historia que se repite en varios lugares y nos sirve para sensibilizarnos que si no cuidamos el entorno, no vamos a salir de esta situación epidemiológica y van a seguir las personas enfermando.

Que las acciones son lentas puedo coincidir; pero que sí se está trabajando y haciendo lo posible, también es necesario reconocerlo.

Nos desesperamos porque no llega la fumigación, pero fumigan  y se pesquisa para saber la situación real de enfermos en un pico aún alto de las arbovirosis, pero que pudiera bajar sin triunfalismo – como nos acusan- en las próximas semanas.

A otras situaciones más duras nos hemos enfrentado y también, como ahora, se cuestionan cifras, colapsos y todo tipo de desgracias o alguien olvidó la COVID.

En las dos áreas de salud día a día se planifica donde hacer el trabajo. Los estudiantes de medicina están recorriendo casa a casa pesquisando junto a los trabajadores del sector.  Todavía existe quienes se niegan a fumigar y no reconocen la importancia del autofocal familiar ni de sanear los espacios.

Se requiere del esfuerzo mancomunado de todos los sectores para lograr resultados. Se pide la colaboración de todos que incluya también ordenanzas en la limpieza y sostenibilidad. Hacerlo con la sistematicidad requerida, no sólo por las arbovirosis constituye una necesidad para la salud y bienestar del pueblo colombiano.

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