Falleció el Héroe del Trabajo de la República de Cuba José Luis Silva Menéndez. Se apagó su vida en la madrugada de este 8 de abril, luego de días de una lucha incesante por volver a ganarle a la muerte, como tantas veces lo hizo.

El ingeniero termoenergético se marchó con el orgullo de haber honrado su trabajo, porque como siempre decía, lo importante de verdad es hacer bien lo que toca, ser lo más profesional posible, no ser chapucero.

Para Silva, la familia lo era todo. Foto: Noryis

Como de su eterno amor, su esposa Sol Ángel, Silva vivió enamorado de ese mundo de transformadores, subestaciones, de la energía donde habitó por más de 62 años.

En 2014 superó dos infartos y, pensando que ya no podía más, se retiró del mundo laboral en el 2015. Tres meses después se reincorporó con el corazón “remendado” y la certeza de que ya lo había vivido todo.

Un inesperado viaje a tierras venezolanas impidió asistiera al acto nacional donde sería condecorado en el contexto de las festividades por el Primero de Mayo, el 29 de abril de 2019.

El hombre de más de 20 misiones internacionalistas partía a Venezuela a ayudar en el restablecimiento del servicio eléctrico, víctima de un atentado. Entonces, José Luis Silva Menéndez no imaginaba la sorpresa que la vida le tenía reservada.

Al ingeniero termoenergético de la empresa eléctrica de la occidental provincia de Matanzas le tocó la mayor de las alegrías. Rodeado de su familia, de sus compañeros de labor y de los curiosos que por allí pasaban fue condecorado en pleno Parque de la Libertad.

En su pecho la Estrella de Oro y el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Su emoción no terminó. Se trataba del 13 de agosto. Entonces, declaró: “Es grandioso recibir mi medalla un día tan glorioso como este, fecha del nacimiento Fidel… No hay dicha mayor que servir a la Revolución. Trabajaré hasta que la salud me lo permita. Mientras tanto, seguiré siendo un soldado de primera fila”.

Lo prometió y lo cumplió. Silva trabajó hasta que sus fuerzas se lo permitieron.Ha muerto Silva y nadie sentirá más su partida que sus hijas Anabel y Beatriz, que sus nietas y nieto.

«Sin el apoyo de la familia es casi imposible conseguir los sueños, realizarse», sostenía el veterano anirista, el afiliado del Sindicato de Energía y Minas, un hombre destinado, como un día me dijo, a “hacer” la luz.

Osmar Ramírez y Yanlys Yanet Durán, secretaria general del Sindicato Provincial de Trabajadores de Energía, encabezaron la guardia de honor. Foto: Noryis

Luego de la guardia de honor, Osmar Ramírez, Secretario general del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba, expresó el dolor que deja para los matanceros un hombre de la estirpe de Silva, cuyo cadáver fue cremado y sus cenizas será depositadas en el cementerio de San Carlos Borromeo.

(Juanita Perdomo/ Trabajadores)

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