El Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello reconoció a 44 proyectos y personalidades con el Premio Memoria Viva, galardón con el cual se reconocen a personas, familias y grupos portadores de un alto legado patrimonial para la identidad nacional del país.
En conferencia de prensa, Luis Emilio Aybar Toledo, director de la institución, mencionó el valor simbólico de este reconocimiento, creado en 1993 y que ha enaltecido a ciudadanos no profesionales y que desde las comunidades defienden lo más representativo de la cultura popular tradicional.
«El número de reconocidos es alto y será publicado en el sitio web y las redes sociales del Instituto —explicó—. A diferencia de otros años no se realizará un acto central, sino que entre noviembre y diciembre se harán las entregas en cada provincia galardonada».
Aybar Toledo destacó que el anuncio del premio se inserta dentro de las actividades por el 30 aniversario de la creación del Centro Juan Marinello, heredero del antiguo Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana y que ha desarrollado una fuerte actividad de indagación sobre la identidad nacional.
Por su parte, Raymalú Morales Mejías, investigadora del Centro y presidenta del jurado, se presentaron 68 propuestas, realizadas por las direcciones municipales Cultura y otras instituciones, procedentes de diez provincias y que concursaron en las cuatro categorías del premio, las cuales son las de Preservación de tradiciones; Proyección Artística, dedicado a agrupaciones no profesionales; Personalidades y Revitalización cultural; unido a los reconocimientos especiales, que se entregan con carácter excepcional.
De acuerdo con la lectura del acta del jurado, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba fueron los territorios con el mayor número de galardones, los que, a lo largo de 32 años, ha permitido contar con una fuente actualizada sobre los registros de la cultura popular tradicional y su representación a lo largo del país.
Entre los proyectos, agrupaciones y personalidades galardonadas se encuentran la comunidad haitiana Barrio los Mangos, del municipio de Primero de Enero, en Ciego de Ávila, por ser un lugar donde medio centenar de descendientes mantienen vivo el legado de Haití.
Otra propuesta premiada fueron La Familia Los Nápoles: las manos del tambor, en Las Tunas, donde se preservan los ritmos de congas; así como en Villa Clara a las parrandas de los barrios de Calabazar de Sagua y a la familia Triana Álvarez por la dedicación de sus miembros por preservar las tradiciones de las parrandas de Camajuaní durante 90 años.
