Reportan más de mil muertos por violencia en el sur de Siria

El número de muertos tras una semana de violentos enfrentamientos en la provincia sureña siria de Sweida superó el millar, según un nuevo balance documentado por entidades de derechos humanos.

Los informes publicados por varios medios de prensa detallaron que 336 combatientes y 298 civiles de la comunidad drusa murieron, incluidos 194 que fueron ejecutados.

Asimismo, 342 miembros del Ministerio de Defensa y del Servicio de Seguridad General perdieron la vida durante los choques, además de 21 combatientes de las tribus beduinas, tres de los cuales eran civiles ejecutados por militantes drusos.

Por otro lado, los ataques aéreos israelíes durante la escalada provocaron la muerte de 15 integrantes de las fuerzas gubernamentales.

En este contexto, el portavoz del Ministerio del Interior sirio, Noureddine Al-Baba, anunció que la ciudad de Sweida ha sido evacuada de todos los combatientes tribales y que los enfrentamientos en los barrios urbanos han cesado.

A su vez, el titular del Interior, Anas Khattab, afirmó que, tras varios días sangrientos, las Fuerzas de Seguridad Interna lograron imponer un alto el fuego en Sweida, allanando el camino para el intercambio de prisioneros y el retorno gradual a la estabilidad en toda la gobernación.

En medio de la crítica situación humanitaria que vive la región, la Media Luna Roja Árabe Siria envió un convoy de ayuda humanitaria a Deraa, como parte de su respuesta ante la emergencia.

La organización explicó en un comunicado que los camiones que llegaron hoy se suman a otros siete anteriores, elevando a 17 el número total, con provisiones para unas cinco mil familias desplazadas de Sweida.

Asimismo, el gobierno envió a Sweida un convoy de asistencia médica, alimentos y ayuda humanitaria.

Sin embargo, según denuncias de las autoridades, el líder druso Hikmat Al-Hajri rechazó permitir la entrada de la delegación oficial del gobierno.

Anteriormente, la presidencia siria anunció un alto el fuego inmediato e integral, en respuesta a la crítica situación humanitaria y de seguridad que atraviesa el país, con el objetivo de frenar el derramamiento de sangre y preservar la unidad del territorio nacional.

Unos 800 mil habitantes de Sweida enfrentan condiciones dramáticas debido a la escasez de productos básicos, alimentos, medicinas y una grave carencia de leche para niños.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que el derramamiento de sangre y la violencia deben cesar en Sweida, y llamó a construir «una nueva Siria que trabaje para todos sus ciudadanos, iguales en dignidad y sin discriminación». (ALH)

Tomado de Prensa Latina

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