Conocido por dar nombre al principal teatro matancero, Ambrosio C. Sauto fue una relevante figura de la ciencia en Matanzas. Acerca de su labor como farmacéutico trata esta reseña.
Ambrosio de la Concepción Sauto Noda nació en Guanajay, Pinar del Río, el 7 de diciembre de 1807 y falleció en Matanzas el 24 de marzo de 1880. Llegó a la ciudad del San Juan y el Yumurí en 1831, como auxiliar de un boticario local y diez años después era dueño del establecimiento. En 1834 creó un medicamento al que llamó Zarzaparrilla vinosa de Sauto, para curar enfermedades de la piel y la sangre.
Esta medicina, la más célebre de las que elaboró, alcanzó el real privilegio para su comercialización en 1846. Con ella fue curado un herpes a la reina Isabel II, lo cual le valió a Sauto el salto definitivo a la fama. En 1848 recibió el nombramiento de Boticario honorario de la Real Cámara de Su Majestad.
La botica y laboratorio de Sauto estuvieron situados primero en la Calle del Medio número 13. En 1841 alquiló otra casa situada en la calle Gelabert número 20, hoy Milanés. Adquirida en propiedad en 1854, fue demolida en 1856 y construida otra. En esta última radica hoy la Delegación Territorial del Citma en Matanzas. Entre ambos inmuebles construyeron un gran pasaje que comunicaba ambas calles, el cual cerró en 1865.
Para hacer más eficiente su labor, introdujo en 1847 una máquina de vapor para moler diversas sustancias y elaborar los productos que ofertaba. Al mismo tiempo, esta máquina servía para mover una imprenta que permitía elaborar las instrucciones y etiquetas de los medicamentos en el propio establecimiento.
Como vía para dar a conocer los resultados de su medicamento estrella publicó en 1850 el libro Método curativo para el uso de la zarzaparrilla vinosa y relación de los satisfactorios resultados obtenidos con este remedio en varias partes del mundo. Este volumen tuvo una segunda edición dos años después, pero lo más interesante fue su impresión en la propia Botica del Dr. Ambrosio C. Sauto.
Al año siguiente presentó una muestra de medicamentos en la Exposición Universal de Londres. Estos fueron sales de quinina y morfina, estricnina, manita, sulfato de cadmio, cianuro de potasio, etc. En 1855 obtuvo medalla de plata con diploma en la Exposición Universal de París, por sus productos químicos y farmacéuticos. Se reconoció además que con ellos demostró “…que la inteligencia sabe explotar en todas partes los recursos de la ciencia”.
La Zarzaparrilla de Sauto recibió, además, premios en la Exposición de la Industria Cubana de 1852 y en la Exposición de la Industria Universal, celebrada en Londres en 1856. En 1913, más de ochenta años después de creada, aún aparecía entre los anuncios del periódico matancero El Moderado. También tuvieron celebridad el Bálsamo de Sauto contra las hemorroides y las Grageas vermífugas de ambrosía de Sauto.
Fiel al gobierno español, Sauto se opuso a la independencia de Cuba. También desempeñó cargos oficiales y fue vocal del comité nacional conservador. No obstante, en 1865 firmó la “Manifestación” remitida por los cubanos al Duque de la Torre, en la que se solicitaban reformas políticas.
Sauto es más conocido por su papel protagónico en la construcción del Teatro Esteban, inaugurado en 1863. El esfuerzo que realizó en tal sentido fue premiado en 1899, cuando la denominación original que hacía referencia a un gobernador español se sustituyó por su apellido. Debe ser, quizás, el único teatro del mundo que lleve el nombre de un boticario.