Si desecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día,
¡nuestros muertos, alzando los brazos,
la sabrán defender todavía!
Bonifacio Byrne
Importantes acontecimientos vinculan a la provincia de Matanzas con la enseña nacional, hechos que rebasan el natural homenaje que se le rinde en cada rincón de la Patria. Me refiero a las particulares circunstancias que propiciaron su diseño y confección, el izamiento en un pedazo de suelo matancero y la patriótica composición poética que defiende su derecho a ondear independiente.
La bandera cubana fue diseñada por el matancero Miguel Teurbe Tolón, según las indicaciones del venezolano Narciso López. El estandarte, bordado por la prima y esposa del primero, la también matancera Emilia Teurbe Tolón, ondeó por primera vez en la ciudad de Cárdenas el 19 de mayo de 1850, como estandarte de la expedición anexionista liderada por López.
El 11 de abril de 1869 la Asamblea Constituyente de la República de Cuba, congregada en Guáimaro adoptó la bandera de la estrella solitaria como enseña nacional de los cubanos. La sangre derramada durante las luchas independentistas lavaría el pasaje anexionista de su nacimiento.
Años más tarde, concluida la guerra frente al colonialismo español por la intromisión oportunista del ejército de los Estados Unidos en el conflicto cubano español, la bandera norteamericana ondeaba junto a la cubana sobre los muros del morro habanero.
En esa oportunidad, el poeta y dramaturgo matancero Bonifacio Byrne, procedente de Tampa, donde su actividad patriótica le habían obligado al exilio, observó la presencia del pendón norteamericano restando libertad y elegancia al estandarte nacional.
Poco después, el bardo matancero dejaría constancia en versos de su patriótica denuncia. El poema Mi Bandera, seguramente el que mejor expresaba la desazón del pueblo cubano ante la intrusión norteamericana, devino expresión de condena y enfrentamiento al vasallaje imperialista.
Al volver de distante rivera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto, además de la mía!
Bonifacio Byrne Puñales nació el 3 de marzo de 1861 en la barriada de Pueblo Nuevo, de la ciudad de Matanzas.
Desde su temprana juventud mostró su vocación por la actividad literaria. En 1890 funda junto a otros intelectuales los periódicos La Mañana y La juventud liberal que asumen una condición anticolonial.
Sus primeros versos que alientan una inspiración modernista se inclinarán a otras expresiones de envergadura patriótica.
Cuando las armas mambisas se cruzaban con las del enemigo español no le era posible mantenerse al margen de la epopeya independentista.
El fusilamiento de su amigo Domingo Mujica a manos del gobierno español fue cantado por el poeta.
Murió de cara al mar, como un valiente,
bañado por la luz de la alborada,
noble, serena y firme la mirada,
tranquilo el corazón, alta la frente.
Poemas dedicados a Céspedes, Agramonte, los Maceo y Calixto García, ocuparon los cuadernos poéticos de Bonifacio Byrne.
Reconocido como el poeta de la Bandera, por iniciativa de la destacada pedagoga, periodista e historiadora matancera Delia Carrera, el 3 de marzo fue instituido en Cuba el Día del Poeta.
En ocasión del aniversario 164 del poeta los cuartetos decasílabos de Mi Bandera resuenan en el canto luminoso de la Patria.
¿ No la veis? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella
con más luz, cuanto más solitaria. (ALH)