La creación de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba fue un hecho trascendental para la ciencia cubana. Entre sus miembros brillaron varios matanceros.
Fue fundada en La Habana el 7 de octubre de 1877, bajo los auspicios de la Sociedad Antropológica Española. El reconocido científico Felipe Poey fue su primer presidente. En el proceso para la creación de esta sociedad tuvo gran significación el médico matancero Juan S. Fernández, quien fue electo vicepresidente en esa fecha y presidente en 1889.
Un total de 23 matanceros integraron la Sociedad. Entre ellos tres de los médicos fundadores en 1861 de la Real Academia de Ciencias: Juan C. Oxamendi, Juan B. Zayas y Federico Gálvez. Otros galenos yumurinos también estuvieron, como Francisco M. Fernández, Domingo L. Madan, José L. Yarini y el mencionado Juan S. Fernández.
También nacidos en Matanzas fueron los socios José A. Cortina, José M. Gálvez, Eliseo Giberga, Antonio Govín, Ricardo del Monte y Carlos Saladrigas. Todos, al momento de su ingreso tenían una activa vida política en defensa del autonomismo.
Entre los naturalistas se destacaron Francisco Jimeno, Juan C. Gundlach, Carlos de la Torre, José I. Torralbas y Juan S. Michelena. Hay que mencionar además a Jesús B. Gálvez, abogado; Juan B. Jiménez y Julio Alfonso, agrónomos, y a los pedagogos José M. Zayas y Manuel Valdés Rodríguez.
Entre los momentos más significativos protagonizados por los matanceros sobresale la presentación en 1880 del trabajo “Período prehistórico cubano”, de Francisco Jimeno. También la disertación sobre “La aclimatación en sus relaciones con la colonización moderna”, expuesta en 1887 por Carlos de la Torre. Otros trabajos de este autor fueron “Antropología de las Antillas” (1885) y “Comparación entre las antigüedades cubanas y puerto-riqueñas” (1889).
Por su parte, José I. Torralbas, quien tuvo una activa participación en la Sociedad, disertó acerca de “Consideraciones sobre la reversión moral” en 1879. En 1885 presentó sus criterios en relación con “Desaparición de los seres superiores”. Al año siguiente explicó “Un estudio de los hábitos de la mano derecha” y en 1888 “Los grupos satos en las razas humanas”.
La Sociedad publicó desde 1879, en siete números, el Boletín de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba. En esta revista Juan S. Fernández dio a conocer “Trabajos preparatorios para la constitución de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba. También un “Ensayo antropológico sobre las enfermedades de los ojos en las diversas razas que habitan en la isla de Cuba”.
Otro trabajo que apareció en esta publicación, escrito por un matancero, fue “Consideraciones sobre la antropología de la Oceanía”, de José I. Torralbas. Además, se dio a conocer “Patología ocular étnica”’, de José A. Cortina y la “Contestación” que a este artículo dio Juan S. Fernández.
Aunque sólo se conservan actas de sus sesiones hasta 1891, parece que la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba existió varios años más, hasta desaparecer a finales del siglo XIX. Con una destacada obra, hizo un aporte perdurable a la ciencia cubana. Varios matanceros fueron protagonistas en ese empeño.(LLOLL)