Considerado uno de los grandes de la medicina cubana, el matancero Juan Calixto Oxamendi debe ser recordado en el 195 aniversario de su nacimiento.

El 14 de octubre de 1829 fue la fecha en que nació, en la ciudad de Matanzas, Juan Calixto Oxamendi Deprez. Se educó en el Colegio San Cristóbal de Carraguao en La Habana. En 1847 obtuvo el título de bachiller en ciencias en la Universidad de La Habana.

Más tarde se trasladó a la Universidad de Madrid para realizar estudios de medicina y allí se graduó de Licenciado. Continuó su formación en la Universidad de París, donde alcanzó el grado de Doctor en Medicina con la tesis titulada De l’emploi des purgatifs en Medecine (1856). De regreso a Cuba revalidó ese título en la Universidad de La Habana en 1859.

Estuvo entre los miembros fundadores de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en 1861. En ese mismo año se le asignó el puesto de bibliotecario, que desempeñó hasta 1867. En esta institución integró las comisiones de Medicina y Cirugía y de Trabajos y Estudios Anatómicos y Fisiológicos.

Fue un reconocido traductor, debido a su dominio de varios idiomas, en especial el alemán. Así lo hizo con el Vademecum terapéutico de enfermedades de niños con las recetas más usuales (1864), de Richard Hager. También tradujo el Libro terapéutico de bolsillo con recetas para las enfermedades de mujeres y niños según la escuela de Viena (1877), de Emilio Dillnberger.

Publicó artículos en los Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Investigó, sobre todo, las propiedades medicinales de la flora cubana. Puede mencionarse: “Memoria sobre el agua destilada de las hojas de la yuca agria, que puede reemplazar en la isla de Cuba, la comúnmente usada de laurel cerezo que nos viene de Europa” (1870).

Defendió con vehemencia la utilización de productos naturales cubanos, en vez de los importados de otros países. Al respecto señaló: “(…)solo la rutina que seguimos de no emplear más que lo que nos viene de Europa, aunque sea caro y malo, es la causa de que muchos productos que tenemos aquí superabundantes no hayan sido ya reemplazados por otros añejos que nos vienen de lejos”.

Sobre el tema también publicó “Agua destilada de la semilla del mamey colorado” (1871), “Cardol vesicante (sobre las propiedades de la semilla del marañón)” (1871), “Latín en las recetas. Acción de las zarzaparrillas” (1873) y “Aceite de nogal de la India (1873)”. Otros de los trabajos que dio a conocer fueron “De la resina del guaguasí y sus propiedades fisiológicas y terapéuticas” (1881) e “Indicaciones sobre propiedades terapéuticas del maní” (1881).

Aunque radicó en La Habana, todos los años volvía a su ciudad natal varios meses, en los cuales seguía desarrollando su labor asistencial. Fue el médico de cabecera del Historiador y Naturalista Francisco Jimeno, a quien le unió una gran amistad.

Juan Calixto Oxamendi falleció en La Habana, el 24 de junio de 1885. Al ocurrir este triste acontecimiento, la revista La Enciclopedia expresó: “La Academia de Ciencias ha perdido uno de sus más antiguos y laboriosos miembros, la sociedad un médico inteligente y filántropo y sus hijos un padre amante y cariñoso. Lamentamos tan sensible pérdida…”.

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