La Revolución Energética dotó a la familia cubana con equipos electrodomésticos facilitadores de las labores de cocina en todos los hogares de la Isla.

Años después surgieron los talleres de enseres menores pertenecientes a las Empresas Provinciales de Servicios Técnicos y Personales para llevar a los barrios de Cuba piezas de repuesto, nuevos equipos y técnicos en reparación de los electrodomésticos.

Hoy en día la situación en tres talleres de la ciudad de Matanzas demuestra los estragos de la obsolescencia programa, la falta de piezas de repuesto y un contexto económico social complejo.

Sin resistencia, nada más que hacer

De los equipos vendidos a precios módicos a la población durante el programa de ahorro energético las llamadas hornillas eléctricas resultan las más utilizadas y desgastadas. Las roturas de estos equipos ocurren en los cables de conexión o en el control de la temperatura, sin embargo, el daño más radical radica en la resistencia.

Frank Montejo Vega labora como técnico y responsable del Taller de Enseres Menores del Consejo Popular Versalles y declaró que en ese momento no tenían piezas de más ningún equipo que tres modelos distintos de mangos para las llamadas ollas reina.

«Resistencias de hornillas no nos entran hace rato,  desde enero de este año y nos entraron un puñado, como 14 nada más y eso no da para abastecer todo Versalles», explicó Montejo Vega.

El Jefe de la Unidad Empresarial de Base Talleres de Enseres Menores de la provincia de Matanzas Yuniel Martínez Sánchez explicó que en todos los talleres de la provincia atienden el déficit de piezas de repuesto para las hornillas eléctricas a través de una lista de pendientes.

En cada taller los encargados anotan a los clientes con roturas en sus equipos para, cuando entren la resistencia exista un orden de prioridad para la venta de la pieza.

En Versalles, por ejemplo, el responsable del taller explicó que su lista de pendientes contiene clientes anotados desde el año 2019, la misma, parece no avanzar ante la creciente necesidad de la población y el déficit del repuesto.

Para Brian Escalona Cedeño además del reducido espacio de trabajo donde convergen mesa de arreglos y almacén la falta de piezas, incluidas las resistencias para las hornillas eléctricas, es cosa de casi un año.

“Cuando teníamos más piezas arreglábamos todo tipo de equipos siempre que los repuestos fueran estándar como termostatos o relojes en ollas de presión. Actualmente solo aceptamos reparar equipos del programa de ahorro energético por la poca disponibilidad de piezas”, explicó Escalona Cedeño

El Taller de Enseres Menores ubicado en la Calle Santa Teresa entre Medio y Río a unos metros del centro de la ciudad es uno de los centros más visitados y alabados aun en medio del difícil contexto económico que atraviesa el país.

Orlando Pérez Delgado funciona como técnico en este establecimiento y asegura que, como en el resto de la ciudad, desde octubre de 2021 las resistencias de hornillas eléctricas no entran a su centro de trabajo.

“Cuando el cliente trae al taller una resistencia partida y abierta eso no tiene solución sino nosotros inventamos como hacemos con los problemas en la cablería o el medidor de temperatura”, explicó Pérez Delgado

A pesar de las pocas soluciones posibles a la situación de los repuestos, Miguel Verdecia, cliente del taller de la calle Santa Teresa explica la comodidad que recibe en este establecimiento y las soluciones efectivas a las roturas de sus equipos cuando los técnicos utilizan creatividad e ingenio para ayudar al cliente.

¿Y las soluciones?

El director provincial de la UEB Talleres de Enseres Menores en la provincia de Matanzas explicó que el país trabaja en función de resolver, primero a las personas en situación de vulnerabilidad, la falta de estos equipos de cocina.

Los técnicos de varios talleres aseguras que estas cocinas de inducción si bien posee una tecnología superior también fallan. La solución para estos equipos es sustituir la pieza rota por una nueva y original del electrodoméstico y, piezas de repuesto para estas cocinas, tampoco existen.

La directora de la Empresa Provincial de Servicios Técnicos y Personales de Matanzas, Iraida Aranguren Rivero declaró que dicha institución busca dar sostenibilidad a todos los enseres menores pero el contexto económico social del país dificulta el poder dar funcionalidad a los talleres de enseres menores.

“El país informó de la producción de cocinas de inducción de la empresa —— y de la distribución de Oriente a Occidente de estos equipos. Aun no sabemos en qué momento llegará a nuestra provincia”, aclaró la directora provincial.

¿Cómo cumplen entonces el Plan de la Economía?

En el Taller de Enseres Menores del Consejo Popular Versalles ubicado en la Calle Plácido entre San Antonio y San Blas el cartel de «Barbería» sobresale por encima de los dibujados en el 2015 con los típicos anaranjados para identificar de antaño estos lugares.

Vistas semejantes sumada a la oferta de jabas de naylon y nasobucos ofrecen los demás talleres visitados.

Aranguren Rivero explicó que todos estos locales han tenido que diversificar sus ofertas y entrar en el comercio minorista para vender todo lo que la empresa logra gestionar.

“Tenemos que explicar que la función esencial de la empresa de da respuesta a las necesidades de la población no se cumple por el déficit de piezas de repuesto que existe en todo el país”, destacó Rivero.

Mantener estos talleres es y será una tarea ardua siempre y cuando carezcan de los medios de trabajo necesarios para cumplir sus objetivos, sin embargo, a pesar de las fachadas desgastadas los clientes agradecidos destacan el trabajo de quienes con esfuerzo intentan reparar de la nada cualquier equipo.

Para Yuniel Martínez depositar su confianza en el taller de la calle Santa Teresa a pocos metros del centro de la ciudad significa un reconocimiento a la importancia de la ayuda que ofrecen en estos establecimientos.

La obsolescencia programada de los equipos electrodomésticos juega una mala pasada a las familias cubanas sin la posibilidad de adquirir nuevos equipos tras roturas o desperfectos.

Para ello, los talleres de enseres menores intentan, sin recursos, mantener en funcionamiento un programa revolucionario como el PAE, sin embargo el difícil contexto económico cubano demanda mayores atenciones a un sector que podría sacar de varios apuros a la familia cubana.

 

By Anylisec Grau Boffill

Cubana, feminista, de izquierdas, periodista. Viviendo en gerundio.

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