Entre 1916 y 1917 se publicó en Matanzas la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana.

La Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana fue una publicación trimestral no fechada, de la cual aparecieron solamente cuatro números. Se comenzó a editar en la Imprenta de Tomás González, calle Manzaneda número 43, en Matanzas. En el último número se consigna que, a partir de la página 113, el primer y único tomo de la revista fue impreso en la casa Quirós y Estrada, Independencia 59. Se agregó que fue terminado el día 17 de abril de 1917. Por tanto, si la frecuencia fue trimestral, es muy probable que el primer número saliera de las prensas en abril de 1916.

Propósitos de una revista

El director de la revista fue el historiador, bibliógrafo y erudito matancero José Augusto Escoto. En “Nuestro propósito”, texto introductorio al primer número, explicó los fines que se proponía:

“Quienquiera que trate de escribir la historia de la literatura de un pueblo ha de disponer en primer término de los materiales para realizarla, contando con la colección de las obras de los autores nacionales, estudiadas lo más detalladamente posible la vida de aquellos, ilustrados los períodos porque la misma ha pasado, conocidas las relaciones que ha de tener con otras literaturas extrañas y sabida la historia del pueblo que con sus letras contribuyera al trabajo, penetrando en sus costumbres hasta dar con los rasgos más salientes de su vida espiritual. Podrá haber quien acometa esta obra sin dichos elementos, no lo negamos, pero de seguro no responderá a las exigencias de la crítica actual, comprobándose este aserto con la diferencia que existe entre el repertorio bio-bibliográfico de Ticknor sobre la historia literaria de España, compuesto sin los recursos acabados de indicar y los trabajos sobre la misma debidos a Menéndez Pelayo y sus discípulos.”

“Y el caso viene oportunamente para hacer observar que en idénticas circunstancias se encontraría quien hoy pretendiese llevar a cabo la historia literaria de Cuba, contando como fuente indispensable la labor hecha por nuestros eruditos, a la que, no obstante su mérito, mucho le falta todavía para llegar a reunir los mismos elementos que han utilizado el maestro aludido y quienes secundan su empresa.”

“Considerando el asunto desde este punto de vista, tan adelantado como razonable, y con el objeto de ir preparando hasta donde podamos, la mayor cantidad posible de los materiales que la obra demanda, emprendemos la publicación de esta revista”.

“Un ligero bosquejo de los asuntos que trataremos en ella dará idea de nuestro propósito, Con objeto de que se vaya haciendo lo más completa posible la colección de nuestros más notables autores, iremos publicando los trabajos inéditos que de estos se conservan; lo mismo haremos con sus escritos olvidados en impresos antiguos hoy raros, escogiendo los que hayan de presentarles bajo un aspecto apenas estudiado y a veces ignorado y por donde pueda llegar a formarse el más acabado concepto del autor y su obra; reproduciremos también algunas críticas, que han corrido la misma suerte, mereciéndolo por el acierto de sus observaciones sobre el libro o el escritor a que se refieren. Daremos a conocer cuantas cartas inéditas contengan noticias de nuestros escritores y detalles de la época en que florecieron. Valiéndonos de todos los medios de investigación usuales, ilustraremos la biografía de los mismos. Buscaremos penetrar el secreto que tienen en su vida nuestros grandes poetas, por donde hemos de saber el motivo de la inspiración de sus versos; dedicaremos especial cuidado al estudio de uno de los más interesantes aspectos históricos de la literatura cubana, cual es el de la influencia. que en nuestros escritores han ejercido las letras extranjeras y la orientación que por ellas han tomado, e igual interés mostraremos por las escuelas formadas en la misma, dando a conocer las polémicas doctrinales que aquellas provocaron. No olvidaremos tampoco, las ideas estéticas ni el concepto de cada escritor sobre la filosofía, la religión, la moral, la política y la expresión de estas ideas en sus obras. Y por último nos ocuparemos de la historia de los establecimientos de enseñanza, en la parte que han contribuido al desarrollo de la cultura intelectual de la nación, sin olvidar la de algunos diarios y revistas por la participación que también en esta labor han tenido. De todo lo expresado trataremos, procurando traer siempre un nuevo dato que agregar a lo conocido, o una idea que pueda servir para ampliar un juicio ya formado o rectificarlo si es posible.”

“La lectura de este programa pudiera hacer creer que prometemos demasiado, llevados de una vana presunción; y no es así. El estudio histórico de nuestras letras da para esto y mucho más; y lo que pudiera aparecer osadía de nuestra parte, no es más que un entusiasmo generosamente sentido, penetrados como estamos de la importancia que ha de tener el desarrollo intelectual de Cuba, una vez que se conozca en toda su extensión e interesantes pormenores.”

“Para terminar, debemos decir, que explicado como queda nuestro propósito, la revista tiene que cerrar sus páginas a toda clase de controversia; no obstante, quien lo estime conveniente, puede indicar la enmienda de cualquier error que se deslice en algún trabajo de los que en ella aparezca; pues nuestro criterio es el de la más amplia investigación de la verdad de los hechos que se han de relatar.”

“En cambio, tratando de que la revista llegue a ser una obra de labor común a todos los que cultiven la clase de estudios a que está dedicada, ofrece sus páginas a las personas que quieran ayudarlas con su colaboración.”

De Escoto y otros autores

Del propio José Augusto Escoto se publicaron varios trabajos en la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. Fue el caso de “Estado intelectual de los cubanos en siglo XVI” y “La vuelta a Cuba de Miguel T. Tolón y su muerte”, ambos en el primer número.  También en este número publicó la reseña “Emilio Blanchet”, con motivo del fallecimiento del destacado escritor y maestro matancero. Otros dos trabajos de Escoto aparecieron en el segundo número. Estos fueron “Albores de la poesía en Cuba en el siglo XVI” y “José Agustín Caballero reformador de los estudios históricos en Cuba”.

De la tercera salida de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana, son “El Pensador. Primer periódico literario de Cuba. Época e ideas que alcanza” y “Los primeros estudios de Heredia”. Además de estos, en el último número vieron la luz otros dos trabajos suyos: “Apuntes para la historia literaria de Matanzas. El Dr. José Ignacio González de la Barrera” y “Félix Manuel Tanco adversario de José de la Luz y Caballero en la polémica sobre el Eclecticismo”. Hay que destacar que algunos de estos artículos son considerados clásicos de la historiografía cubana.

José Augusto Escoto: memoria de un bibliógrafo matancero

Varias personalidades de la cultura cubana también estuvieron presentes en la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. En el primer número, el pedagogo matancero Miguel Garmendía publicó “Milanés como crítico”. También fue autor, en el segundo, de “Bryant y Heredia”. “Una composición inédita de Plácido”, contiene la información que el habanero Félix L. Cervantes envió a Escoto en una carta.

Del español Ponciano Nieto fueron los trabajos dedicados a comentar sobre nuevos libros. Bajo el título de “Notas críticas de Literatura Moderna”, dio a conocer interesantes ediciones para la literatura cubana. Fue el caso, en el segundo número, de Bibliografía Cubana del siglo XIX, tomo VIII, de Carlos M. Trelles; Poesías, de Nieves Xenes y el primer tomo de Obras completas de Enrique Hernández Miyares. Además, en el cuarto y último número comentó los volúmenes De mis recuerdos, de Luis del Valle, y Gertrudis Gómez de Avellaneda. Cartas inéditas y documentos, de José A. Escoto.

Presencia de Matanzas

La presencia de Matanzas en la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana fue notable. La vida y obra de personalidades relevantes de la historia literaria yumurina fue abordada en todos los números de la publicación. En este sentido constituyó una publicación que aportó un valioso caudal de información a sus lectores y a los actuales investigadores que escudriñan sus páginas.

El poeta José Jacinto Milanés fue mencionado de manera frecuente en la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. En los cuatros números apareció, por partes, la “Correspondencia de José Jacinto Milanés. Cartas de José Zacarias González del Valle”. Fueron publicadas un total de 17 cartas a José Jacinto y otras dos a su hermano Federico. En muchas ocasiones estas cartas traen insertadas notas al pie, de seguro escritas por Escoto, así como fragmentos de las cartas que el poeta matancero le envió al amigo habanero.

Sumario del primer número de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. Archivo del autor.

Además, en el tercer número se publicó “Los Tropicales por D. José Z. González del Valle”, reseña crítica que Milanés dio a conocer en el Diario de La Habana, el 15 de noviembre de 1841. Sobre este aspecto poco conocido de la obra de Milanés trató “Críticas de José Jacinto Milanés”, trabajo que se incluyó en el cuarto número de la revista y dio a conocer tres artículos de ese corte. Estos fueron “El pilluelo de París”, publicado en la Aurora de Matanzas, el 15 de diciembre de 1837; “Escenas de la vida en Cuba por Teodemósfilo”, que apareció en el mismo periódico el 29 de julio de 1841, y “Las Memorias del Diablo”, publicado igualmente en la Aurora el 17 de octubre de 1842. Todos se relacionaban con el artículo de Garmendía ya mencionado.

Quizás el documento histórico más célebre y conocido que se reprodujo en la revista fue “El secreto de la vida de Milanés”. Publicado en el tercer número, contiene el testimonio de Federico Milanés, hermano del conocido poeta yumurino, acompañado de una carta de Lola María de Ximeno, esposa de Escoto, firmada con el pseudónimo X. Se reprodujo en los Anales de la Academia Nacional de Artes y Letras en 1927.

Primera parte del artículo «El secreto de la vida de Milanés». Archivo del autor.

La otra gran figura en las páginas de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana fue Domingo del Monte. Esto se debió, sin dudas, a la destacada influencia que tuvo en la historia de Matanzas. De ello da fe “Un escrito de Domingo del Monte en defensa de la Academia Cubana de Literatura”, publicado en el primer número. En el tercero se incluyeron “Dos cartas inéditas de Felipe Poey a Domingo del Monte”. A su vez, “Cartas de Domingo Del Monte a Tomás Gener” y “Cartas de Tomás Gener a Domingo del Monte”, formaron parte del cuarto número.

Sumario del segundo número de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. Archivo del autor.

Sobre José María Heredia se publicaron varios documentos. “Una obra inédita del teatro de Heredia. El Campesino espantado”, puede leerse en el primer número. La “Correspondencia de José María Heredia. Cartas del poeta a Domingo del Monte”, apareció en el segundo. Y, por último, en la cuarta presentación de la revista se incluyó “Una nueva obra del Teatro de José María Heredia. Eduardo 4º., o el usurpador clemente”.

Además de las mencionadas, otras personalidades literarias vinculadas con Matanzas también se vieron reflejadas en las páginas de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana.  Es el caso de “Tres cartas inéditas de Rafael María de Mendive”, reunidas en el primer número. En ellas se muestra la relación del maestro y poeta habanero con la familia Milanés. En “Una polémica de Plácido relegada al olvido”, publicada en el segundo número, se retomaron textos de la Aurora del Yumurí, fechados entre febrero y marzo de 1837.

Además, en el tercer número se reeditaron dos escritos de singular valor en la historia literaria matancera. El primero “Una visita a Longfellow”, de Eusebio Guiteras, que se reprodujo, según nota al pie, por “(…) por el juicio que contiene de Longfellow sobre Milanés (…)”. Fue tomado de la revista El Liceo de Matanzas, número de octubre de 1866. El segundo fue “Estudio sobre la locura de Don Quijote de la Mancha”, de Manuel J. Presas, publicado por su autor en 1866, para optar al título de Socio Facultativo de la Sección de Literatura del Liceo de Matanzas.

Otros temas

Además de los temas vinculados a Matanzas, la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana también trató otros aspectos de la historia literaria cubana.

Sumario del tercer número de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. Archivo del autor.

En el primer número de la publicación se incluyó el “Elogio del Dr. D. Nicolás Calvo y O’Farrill”, por José Agustín Caballero. Por su parte, en el segundo apareció la reseña crítica “Manuel de Zequeira y Arango”, publicada en 1856 por Joaquín Lorenzo Luaces en la revista Floresta Cubana. Este mismo número contiene el trabajo “Juicio de la Literatura Cubana a mediados del Siglo XIX”, que copia lo que apareció al respecto en la Enciclopedia moderna. Diccionario universal de literatura, ciencia, arte, agricultura, industria y comercio (1857), editada por Francisco de P. Mellado.

“Una obra inédita de la Literatura Cubana del siglo XVIII. Testamento de D. Jacinto Joséf Pita. Obra que a imitación del de Parra hizo el Presbítero D. Rafael Velásquez de la Habana”, forma parte del tercer número. También incluyó el texto “Autobiografía y poesías escogidas”, de Isaac Carrillo y O’Farril. El “Estado de la cultura intelectual y social de la Habana al finalizar XVII”, de Buenaventura Pascual Ferrer, es otro texto histórico que se reprodujo en la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana, esta vez en su cuarto número. También de este cuarto y último número es “El periodismo, causa del atraso de las letras en Cuba”, escrito por Cirilo Villaverde en 1846.

Sumario del cuarto número de la Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana. Archivo del autor.

La Revista Histórica, Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana cumplió con creces los objetivos que se planteó. Sólo tuvo cuatro números y, aunque no existen investigaciones al respecto, las causas de su interrupción deben haber sido, esencialmente, de tipo económico. Existió gracias al empeño individual de su director, José Augusto Escoto. La riqueza de lo publicado destaca la significación de esta publicación matancera para lo que se ha denominado como “la matanceridad”. Fue un esfuerzo intelectual que merece ser recordado. (LLOLL)

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