Matanzas amaneció el sábado con los colores de la igualdad y el respeto a la dignidad de los cubanos. Desde el Parque René Fraga hasta el centro histórico de la urbe yumurina, por la calzada Milanés, desfilaron pioneros, jóvenes y adultos para refrendar su apoyo al nuevo Código de las Familias. Quienes custodiarán las urnas también se hicieron partícipes de la marcha para apostar por la transparencia del proceso, a pocas horas de la realización de la prueba dinámica del referendo popular. La alegría y el compromiso expresaban el Código Familiar de un desfile.


Andro Puñales Jaime, como muchos otros jóvenes matanceros, se siente identificado con la nueva ley que amparará las familias cubanas tras el referendo popular. Él será uno de los electores de la Atenas de Cuba que ejercerá el derecho al voto por primera vez. Plasmar la posición a favor, del bien llamado código de los afectos, constituye su aporte como miembro de la juventud.


Para Shadila Figueroa González el código resulta inclusivo porque ampara los derechos de todas las personas sin distinciones, mientras que para Yosver Castañeda Pineda, otro de los jóvenes matanceros, más que un reto representa un compromiso con las nuevas generaciones que van a disfrutar de los derechos del Código de las Familias, las mismas generaciones que han podido gestionarlo, criticarlo y apoyarlo en los debates con el pueblo.
A la sombra protectora del más universal de todos los cubanos, los matanceros, reafirmaron su asistencia a las urnas. La música y las ideas de los jóvenes prevalecieron en la jornada sabatina dedicada además al 62 aniversario de los Comités de Defensa de la Revolución. Legalizar un documento que incluye las ideas de un pueblo representa un deber para el futuro de la nación.

Por las calles matanceras se habla de un Código de las Familias para todas y todos. Alberto Molina Carbajal, con varios calendarios de experiencia, asevera que el documento legal es el código del pueblo. “Muy necesario, muy integral”, afirma. “Yo he estudiado el Código y sé la importancia que tiene para toda Cuba. Desde el niño hasta el anciano todos tenemos nuestros derechos reservados en ese código de avanzada”.
El próximo 25 de septiembre, cuando los cubanos se presenten frente a las urnas, muchos matanceros ejercerán su derecho al voto y reafirmarán su compromiso con Cuba, para apostar por una ley que se ha convertido en el código de los afectos. (ALH)