Trabajadores del Hospital Militar Dr. Mario Muñoz Monroy celebran el aniversario 65 de la creación de la insigne institución.
En sus primeros momentos la entidad fue clínica del régimen batistiano, y con el paso de la Caravana de la Libertad fue convertida en uno de los hospitales creados por la Revolución. Hoy se atienden miles de pacientes tanto civiles como militares.
«En sus inicios fue una pequeña clínica donde atendían a un reducido número de pacientes militares. Con el tiempo se convirtió en hospital, y al crecer la población tuvimos que brindar nuevos servicios para nuevas dolencias», señaló la Mayor y Especialista del departamento de calidad del Hospital Militar, Juana Rubiera García.
Con el incremento de tecnologías y distintas patologías es necesaria la presencia de trabajadores apropiados para garantizar la calidad de los servicios.
«Las nuevas tecnologías llevaron a una mayor preparación científica y profesional de todo el personal, con la correspondiente categorización docente y la incorporación de educandos a la institución», puntualizó Rubiera García.
En los inicios de la pandemia de la Covid – 19, este fue el primer Hospital de la provincia de Matanzas en recibir pacientes con Sars-Cov-2.

«Todos tuvimos distinatas tareas por cumplir, muchas de ellas no eran habituales y estábamos en función de atender a los pacientes. Con la llamada del General de Ejército Raúl Castro Ruz nuestros trabajadores recibieron al primer caso de la provincia. Era una enfermedad completamente desconocida, pero supimos salir adelante.», destacó el jefe del departamento de Enfermería, Lic. Renier Trujillo González.
Durante el siniestro de la Base de Supertanqueros yumurina esta institución médica tenía todas las condiciones para atender a los lesionados, aunque la mayoría de los casos estaban en el Faustino Pérez. También apoyaron junto con el SIUM en el lugar del hecho con carpas para brindar primeros auxilios.
Cabe destacar que a lo largo de la historia los trabajadores del Hospital Militar son ejemplo de disciplina y amor a su oficio.
Liz Yanet Rojo Corrales y Leydis Daylis Martínez Ramos/Estudiantes de Periodismo