El 25 de mayo se cumplió 130 años del nacimiento de Clara Porcet Dumas, una matancera universal.

Se llamó Clara María del Carmen Magdalena Porset Dumas y nació en Matanzas el 25 de mayo de 1895. La madre fue Clara del Rosario Dumas y Franco, quien nació en Cienfuegos, hija del destacado educador Mariano Dumas Chancel, que se radicó en Matanzas. También sobresalió su hermano, el también maestro Claudio Dumas Franco.

Era hija de Adolfo Porset Iriarte, originario de Bilbao en Vizcaya, España. Su padre se destacó en la política como jefe del Partido Unión Constitucional en Matanzas y fiel defensor de la dominación española sobre Cuba. Porset fue jefe superior de Administración Civil y gobernador de la Región Central y de la provincia de Matanzas. Existen evidencias de que tuvo una digna actitud durante la Reconcentración decretada por Weyler, que tantos estragos hizo en Matanzas.

La formación

Clara Porcet Dumas viajó a Nueva York en 1914 para estudiar en la Manhattanville Academy y en 1920 regresó para cursar un Bachillerato en Artes en la Universidad de Columbia, donde se graduó en 1925. Viajó después a Francia, entre 1928 y 1931, donde conoció las corrientes vanguardistas del arte. Hizo cursos en la Universidad de la Sorbona y en la Escuela de Arquitectura de París, que influyeron en su dedicación al diseño de muebles. Allí recibió la influencia de Henri Rapin, lo cual decidió su dedicación al diseño de muebles e interiores.

Anuncio de Clara Porset como decoradora de interiores. En Social, 8 de agosto de 1930.

En Europa conoció la experiencia renovadora promovida por la Bauhaus, institución alemana de vanguardia en la enseñanza del diseño y la arquitectura moderna. Conoció al diseñador Walter Gropius, con quien estableció una estrecha relación profesional y de amistad. En los Estados Unidos recibió clases, durante 1932, del profesor Josef Albers, en el Black Mountain College, Carolina del Norte.

En Cuba

A finales de la década de los años 20, tras culminar estudios en los Estados Unidos, Clara Porset Dumas regresó a Cuba. Se dedicó entonces a su trabajo como diseñadora de muebles e interiores para residencias particulares y oficinas comerciales, para lo cual estableció una oficina en el edificio América. En 1925 fue nombrada jefa de la sección dedicada a la tienda El Encanto en el Diario de La Marina.

Nota de Clara Porset como jefa de la sección de la Tienda El Encanto, en el Diario de la Marina, 25 de junio de 1925. Archivo del autor.

También escribió artículos de divulgación y de reflexión cultural en la revista Social, la mayoría de ellos dedicados al diseño de interiores. Entre ellos algunos muy interesantes, como “Los acuarios y su valor decorativo” (1930), “Muebles antiguos en cuadros modernos” (1930) y “La Escuela Nueva de Investigaciones Sociales en Nueva York” (1931), entre otros. Su labor se inscribió en la corriente de renovación cultural cubana en tránsito hacia la modernidad.

Primera página de un artículo de Clara Porset en la revista Social, 11 de noviembre de 1931.

Otra forma que encontró para divulgar las corrientes artísticas modernas vinculadas al diseño fueron las conferencias. El 22 de mayo de 1931 ofreció una en el Auditorium de la Universidad de La Habana, con el título “La decoración interior. Su adaptación al trópico”. Al año siguiente lo hizo en el Instituto Arquitectónico de Cuba, con el tema “El mueble actual”. Entre el 16 y el 30 de mayo de 1932 participó en la Primera Exposición de Arquitectura de Cuba.

Noticia sobre una conferencia de Clara Porset en La Habana. Diario de la Marina, 27 de mayo de 1931. Archivo del autor.

Volvió a la patria después del derrocamiento de Gerardo Machado en 1933. Se le nombró entonces subdirectora de la Escuela Técnico Industrial “Fundación Rosalía Abreu”, de Rancho Boyeros. En este centro trabajó en la Cátedra de Arte Industrial, donde impartió las asignaturas Propaganda Comercial y Diseño Industrial. Desde esta responsabilidad invitó al destacado profesor y diseñador Josef Albers a visitar Cuba, lo cual hizo al año siguiente para impartir conferencias en el Lyceum de La Habana.

Tras radicarse en México, viajó a La Habana a finales de la década del 40. En esta ocasión impartió cursos sobre el espacio interior en Cuba. Así lo hizo en las facultades de Arquitectura y Artes y Letras de la Universidad de La Habana. También dio conferencias en los salones del Lyceum.

Charla “Arte en la industria”, impartida por Clara Porset en la Biblioteca Nacional José Martí, el 28 de mayo de 1962. Colección BNJM.

Al triunfo de la Revolución en 1959, Clara Porset regresó a Cuba y comenzó a trabajar en varios proyectos. Diseñó el mobiliario para la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en la Sierra Maestra y para la Escuela Nacional de Arte, en particular los de la Escuela de Danza y Artes Plásticas. También trabajó en los muebles de la rectoría de la Universidad de La Habana y elaboró el plan para la fundación de la Escuela Superior de Diseño Industrial de La Habana.

Momento en que la directora de la Biblioteca Nacional José Martí, María Teresa Freyre de Andrade, presentauna conferencia de Clara Porset, el 5 de enero de 1960. Colección BNJM.

En la Biblioteca Nacional José Martí disertó el 5 de enero de 1960 sobre “El mueble y su diseño”, y el 25 del propio mes sobre “La cultura en la vivienda”. El 28 de mayo de 1962 impartió en este mismo lugar la charla “Arte en la industria”. Viajó en 1963 por Suecia, Polonia, la Unión Soviética y la República Democrática Alemana, para estudiar experiencias dirigidas a mejorar los programas cubanos de estudios.

Las causas justas

La lucha por las causas justas también fue una constante en la fecunda vida de Clara Porset Dumas. Se opuso al gobierno dictatorial de Gerardo Machado y debido a la persecución sufrida se exilió en Nueva York en 1932, donde vinculó con la Liga Internacional de Mujeres de Paz y Libertad.

Estuvo entre las mujeres que rubricaron, el 17 de diciembre de 1930, un “Manifiesto de Damas de Nuestra Sociedad al Pueblo de Cuba”. Entre las firmantes aparecieron los nombres de Rita Longa, Renée Méndez Capote, Piedad Maza, Sara Isalgué y Mirta Aguirre, entre otras. En este documento se declaró que hacían suyos

“…los anhelos universitarios y patrióticos que gallardamente— sostiene confundido en saludables aspiraciones con su profesorado y como intérprete de la conciencia cubana—el Directorio Estudiantil Universitario”.

En noviembre de 1933 participó en el recibimiento a miembros de la Liga Antimperialista de los Estados Unidos, la Liga Americana contra la Guerra y el Fascismo y de la Liga de Veteranos de la Guerra. Lo hizo en representación de la Unión de Jóvenes Revolucionarias, junto a María Teresa Freyre de Andrade.

En México participó en el Primer Congreso de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), celebrado en 1937. Tras el triunfo de la Revolución Cubana formó parte, en 1962, del Comité Nacional del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos.

Por el mundo

Parte importante de la labor de Clara Porset Dumas como diseñadora, que tuvo un marcado carácter científico, lo realizó fuera Cuba, sobre todo en México. Acerca de su desempeño profesional en el país azteca, se ha planteado que

“Si hay una diseñadora que tuvo un rol determinante en la lucha cultural y de clases que floreció en México como consecuencia de la gestión presidencial de Lázaro Cárdenas (1934-1940), esa fue la cubana Clara María del Carmen Magdalena Porset y Dumas”.

Fue en 1936 que viajó a la hermana nación. Lo hizo para sustituir temporalmente al profesor Carlos Pellicer en la Cátedra de Historia del Arte, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se vinculó entonces a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, donde conoció a las grandes figuras cimeras del muralismo mexicano, entre ellos a Xavier Guerrero, quien más adelante sería su esposo.

Modelo de silla diseñada por Clara Porset. Revista Pueblo, 1 de mayo de 1957, p. 18. Archivo del ator.

Al calor de las reivindicaciones llevadas a cabo por el gobierno de Lázaro Cárdenas colaboró con planes estatales y su mirada estética se hizo más radical y novedosa. Sobresalió su propia interpretación de la célebre silla “butaque yucateco”, que llegó a modernizar y variar sus formas de acuerdo a la región donde fuera comercializado. Se hizo famoso su “butaque Miguelito”, popularizado en todo México.

Comenzó, además, una larga carrera docente en la Universidad Nacional Autónoma de México. En sus clases promovió un enfoque latinoamericanista. De esta forma buscó impulsar un mayor uso de lo tradicional en función del diseño y la arquitectura contemporáneas. Participó de forma destacada en la formación de varias generaciones de profesionales del diseño.

Clara Porset Dumas diseñó en 1941 una línea de muebles de varilla de hierro y mimbre, considerada muy moderna. Con esta alcanzó uno de los tres primeros premios en el concurso “Diseño Orgánico en Muebles para el Hogar”, del Museo de Arte Moderno de Nueva York. A partir de este momento fue contratada por firmas como D. M. Nacional, Domus S. A., H. Steel y Cía., y Ruiz Galindo, entre otras. También diseñó muebles para la Knoll Associates, de Nueva York. Varios de los diseños que elaboró los publicó en la revista Arts and Architecture.

Un ejemplar del “butaque Miguelito”, de Clara Porset. Foto: Kike.

Concibió y llevó a vías de hecho la primera exposición sobre diseño industrial y artesanal de América Latina, en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad México. Esta se tituló “El arte en la vida diaria” y se inauguró el 17 de abril de 1952. Más tarde fue expuesta en la Ciudad Universitaria de la UNAM, con motivo del VII Congreso Panamericano de Arquitectura. En 1957 recibió Medalla de Plata en la Trienal de Milán, por un conjunto de muebles diseñados para los jardines y playas del hotel Pierre Marqués, de Acapulco.

Tras su estancia en Cuba después de 1959, Clara Porcet Dumas regresó a México en 1963. Se consagró entonces a la creación de la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México, objetivo que alcanzó en 1969.

Legado

En 1971, Clara Porset Dumas recibió la Medalla de Oro, que le otorgó el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, por sus aportes al diseño moderno. Dedicada por completo a la docencia tras la muerte de su esposo en 1974, la sorprendió la muerte el 17 de mayo de 1981. Estaba a punto de cumplir 85 años.

Legó la suma obtenida por la venta de su casa para establecer un programa de becas dirigido a los jóvenes estudiantes de Diseño Industrial. Donó a la Escuela de Diseño su amplio archivo de proyectos y su biblioteca personal. En 1988 se creó el Premio Clara Porset, dirigido a reconocer a mujeres estudiantes y profesionales del diseño en México. Tras décadas de permanecer olvidada su obra en Cuba, la primera Bienal de Diseño de La Habana, realizada en mayo de 2016, se propuso redescubrir el legado de Clara Porset Dumas.

Exposición fotográfica sobre Clara Porset Dumas en la Primera Bienal de Diseño de La Habana, 2016. Archivo del autor.

El 12 de enero de 2023, el Dr. Enrique Luis Graue Wiechers, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, creó la Cátedra Extraordinaria “Clara Porset en Diseño Moderno y Contemporáneo”. Se concibió como un espacio universitario para impulsar el diseño como práctica de impacto social con énfasis en la formación y atención a la producción moderna y contemporánea de iniciativas pedagógicas, comunitarias, curatoriales y de construcción de memoria del campo del diseño de objetos desde México y América Latina.

Para profundizar en el legado de Clara Porset Dumas, puede consultarse el trabajo «Clara Porset Dumas, pionera del diseño industrial en América«, de la investigadora matancera Mireya Cabrera Galán.

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