Leilier Medina de la Oz labora en el área de basculador en el central Mario Muñoz Monroy, de Los Arabos. El joven se destaca por su sentido de responsabilidad, y denota ser de pocas palabras y mucha acción.
Hace alrededor de 15 días su esposa, con un embarazo a término, esperaba la llegada de su segundo hijo cuando una complicación conllevó a su traslado a un centro asistencial de la capital provincial, donde fue atendida sin complicaciones.
Leilier se enfrascaba en corregir una rotura de gran envergadura que paralizó el central y su presencia resultaba imprescindible para continuar las molidas. Dispusieron un transporte para atender lo que necesitaba la esposa y la familia y acompañarla en todo lo que hiciera falta, porque su disposición fue no abandonar su puesto hasta terminar el trabajo que había iniciado, y así lo hizo con el apoyo de sus compañeros, admirados por su actitud.
En días sucesivos tuvo en sus brazos un lindo bebé, un varón que se suma a una niña anterior.
Acordaron sus compañeros estimular la posición asumida por Leilier y junto a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños -con tradición en la entrega de este tipo de ajuar en fechas de aniversario- confeccionaron una canastilla de regalo para el recién nacido.
Quienes vivieron este momento conocieron de la humildad y sencillez de este joven al recibir el obsequio en presencia de las autoridades del Partido y el Gobierno , trabajadores del central y de unidades productoras. Atinaba apenas a decir: Gracias, gracias, con los ojos humedecidos, porque alegaba que solo había cumplido con su trabajo. (ALH)