Fotos: cortesía de la entrevistada 

Desde los años de la enseñanza primaria, el amor por enseñar comenzó a despertar en Ibetty Cepero Álvarez. Hoy, con apenas 27 años, esta joven educadora, desarrolla su labor en el círculo infantil “Mis Primeros Años”, del municipio Unión de Reyes, donde trabaja desde que su graduación. Para ella, la educación en la primera infancia es, ante todo, un reto diario y una gran responsabilidad.

Ibetty, graduada de Licenciatura en Educación Preescolar, asegura que una de las mayores satisfacciones de su profesión consiste en observar cómo las niñas y los niños aprenden y crecen cada día. “Me emociona ver cómo avanzan, descubren cosas nuevas y poco a poco forman su personalidad”, expresa.

 

Su filosofía educativa la centra en alcanzar los objetivos propuestos a través del juego, un recurso imprescindible en estas edades. “Si aprenden a través de juegos, el conocimiento resulta más natural y significativo”, afirma.

La comunicación afectiva, otro pilar esencial de su trabajo. Hablarles con cariño, respeto y amor resulta fundamental, pues —como ella misma reconoce— los pequeños imitan todo lo que observan. Con su ejemplo, crea un ambiente seguro y estimulante donde los niños pueden explorar, experimentar y descubrir el mundo que los rodea.

Convencida de que la educación en los primeros años de vida busca el máximo desarrollo integral posible de cero a seis años, Ibetty promueve el aprendizaje de habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Para ello, apuesta por una preparación constante, la empatía y la escucha activa. Con cautela atiende las necesidades individuales de cada pequeño y fomenta un entorno inclusivo.

Su labor va más allá del aula. La joven que imparte Educación Musical, se convierte así en un apoyo emocional y en un modelo a seguir. Por otra parte, contribuye al fortalecimiento de la autoestima y la confianza de los niños. El papel fundamental de la familia reconoce en el proceso educativo y mantiene una comunicación permanente con los padres. “Me comunico diariamente con las familias para informarles sobre el progreso, las potencialidades y las necesidades de sus hijos”, explica.

A quienes sueñan con dedicarse a esta profesión, Ibetty les deja un mensaje claro: “La clave está en mantenerse motivados y amar la profesión ”. La labor que realiza esta joven educadora en el círculo infantil “Mis Primeros Años” resulta multifacética y esencial para el desarrollo temprano. Con dedicación, creatividad y amor por la enseñanza, esta joven unionense contribuye a sentar las bases del aprendizaje y el bienestar emocional de las futuras generaciones.

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