En todas sus dimensiones el juego de béisbol constituye un fenómeno cultural dentro del país, y tras ser declarado Patrimonio de la Nación se patentizó esa familiaridad entre pelota y cultura, ambos elementos identitarios de la cubanía.

Quizás fue esta declaratoria la que forzó a reflexionar sobre el enfoque del proyecto de desarrollo local (PDL) emplazado en el Estadio Palmar de Junco, Monumento Nacional. En el último año, gracias a un estudio, replantearon sus bases y advirtieron las potencialidades de extender sus servicios hacia otras áreas.

Con el valor añadido de ubicarse próximo al terreno en activo más longevo del mundo, el proyecto erigió el Salón de la Fama, una sala de historia, cafetería y otros; sin embargo, ahora el rediseño pretende convertirlos en una empresa de ocio y recreación.

Su directora, Elena González,  explicó que “siempre hubo en nuestro trabajo una perspectiva cultural, aquí hay una rica historia donde se enlazan cultura y deporte. Queremos rescatar parte de las tradiciones del Palmar por la importancia social y comunitaria del sitio.”

La actualización del Proyecto Palmar de Junco  debe finalizar con el establecimiento de una entidad de base tecnológica, orientada a lo recreativo y cultural, y su diseño  concluirá durante el 2023, aunque aún no se conoce si será una empresa estatal o mipyme.

“Este proyecto surgió de la ciencia y ahora también se beneficia de la innovación para su desarrollo. El equipo de investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el territorio, a cargo de perfilar la nueva entidad, trabaja en crear las estructuras para declarar al PDL en tránsito a una empresa de ocio y recreación.”  

 Sin dejar de lado al deporte, núcleo fundamental de esta idea, el objetivo es potenciar un complejo de actividades culturales y deportivas que cautive además al turismo. La ciudad de Matanzas posee sitios atractivos para los visitantes foráneos, y en especial los turistas de Estados Unidos y Canadá se interesan por la historia del beisbol cubano.

Con la incursión de las nuevas formas productivas en la economía cubana sería posible establecer convenios ventajosos para explotar las potencialidades en ese sector.

Hoy la instalación luce preservada, tras un periodo en el cual incluso peligró su condición de Monumento Nacional. Varios proyectos constructivos planean crear otros  espacios en el local, entre ellos un nuevo Salón de la Fama, propósitos tangibles en la medida que la futura empresa logre solvencia económica.

En el Estadio Palmar de Junco se efectuó el primer partido oficial de béisbol en Cuba el 27 de diciembre de 1874 y allí también sonó el danzón al ritmo de la Orquesta de Miguel Faílde, fanático de la pelota según cuentan. El baile y el deporte nacional se tomaron de las manos en este histórico sitio para afianzar una relación siempre vigente. (ALH)

 

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