Por Hugo Ferreiro Anglés 
En una semana que nos regresó a la pasión de todos los cubanos tras el trago amargo de Santiago de Chile, los Cododrilos de Matanzas han dejado un sabor agridulce en este inicio de la II Liga Élite del Béisbol Cubano. Con un rendimiento apocopado en el campo, el equipo dirigido por Armando Ferrer ha ido de más a menos en su desempeño, generando certeros temores en los aficionados.
Los números no mienten, y las estadísticas de la última semana hablan por sí mismas. El equipo de Matanzas, pese a mostrar una plantilla intimidante, es el penúltimo en bateo colectivo con un pobre .268. Es el único conjunto que no ha dado un homerum y es el de más pobre slugging en este inicio de campaña.
Si bien el torneo ha acabado de asomar la cara, hay que reconocer que es Serie corta, y que estos resbalones iniciales, pueden costar, al final, la ansiada clasificación y la discusión del banderín.
Destacan con el madero hombres como los refuerzos Yordanis Samón y Luis A. Sánchez, el máscara Andrys Pérez, el centerfield Eduardo Blanco y el habitual toletero Ariel Sánchez, todos por encima de .300 en su average, pero de manera general la ofensiva del equipo no saca chispas ni es capaz de apuntalar la excelente labor del pitcheo rojo.
En el montículo, la actuación estelar de los refuerzos Yoel Mogena y Frank L. Medina, junto a los jovencitos Armando Dueñas, Denis Quesada y Naikis Piedra no ha pasado desapercibida. Su habilidad para controlar el juego y mantener a raya a los bateadores contrarios ha sido clave en los dos éxitos del equipo.
Al ser abordado sobre los objetivos de los Cocodrilos en esta Liga Élite, el manager Armando Ferrer destacó que «la ofensiva es el punto más fuerte del equipo, independientemente a que el pitcheo puede hacer su trabajo. El objetivo es ganar la Liga Élite. Todos los equipos están bien balanceados, y el objetivo es luchar por el primer lugar.» Ese debe ser el enfoque en los desafíos futuros. (ALH)