Más que un proyecto de cooperación, la iniciativa entre Cuba y Vietnam, activa y con resultados tangibles desde el 2003, representa un pilar fundamental en el propósito de alcanzar la soberanía arrocera, grano esencial en la mesa de las familias cubanas. 

Con el objetivo de apoyar a Cuba en el desarrollo de la agroindustria arrocera y aportar a la seguridad alimentaria, el proyecto ha desplegado una estrategia integral que va desde el laboratorio hasta el campo. La misión de los vietnamitas en Cuba es aumentar las capacidades de investigación y producción.

El corazón científico del proyecto late en el Instituto de Investigaciones de Granos en Bauta, Artemisa. Especialistas de la nación asiática trabajan junto a sus homólogos cubanos en las empresas arroceras, proyectando modelos demostrativos de extensión agraria con la intención de lograr un incremento del 30% en el rendimiento agrícola promedio.

Gracias a este proyecto de cooperación para el desarrollo del cultivo de arroz se han visto varios logros. En lo social se estableció un sistema de extensión agrícola que incluye el Centro Nacional y 13 estaciones regionales con equipos completos para capacitación y entrenamiento, con un número de 151 extensionistas en todos los municipios cubanos vinculados con el proyecto y 9 extensionistas en las empresas agroindustriales de granos.

En lo científico se firmó un memorando de entendimiento entre el Centro de Transferencia tecnología de Vietnam y el instituto de investigaciones de granos, a través del cual se introdujeron 3 híbridos y 7 variedades de alto valor nutricional.

La integración del Ministerio de la Agricultura y el Desarrollo Rural de Vietnam, demuestra que la cooperación es un camino viable y fructífero para enfrentar los desafíos de la seguridad alimentaria en el siglo XXI. (ALH)

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