Este 19 de mayo se conmemora la caída en combate del Apóstol José Martí en Dos Ríos.

La figura del más universal de los cubanos está presente entre los matanceros, desde la materia que lo inmortaliza en esos espacios comunes y lugares de la historia de esta occidental geografía.

Es Caimito de la Hanábana, quizás, cimiento de ese pensamiento antiesclavista y revolucionario que años después, fraguó el Apóstol en su literatura. Allí conoció Martí los horrores de la esclavitud desde su temprana niñez, y desde allí escribió su primer documento conocido, una carta a la madre fechada el 23 de octubre de 1862.

Este lugar histórico de la geografía matancera es vínculo y legado del más universal de los cubanos en la occidental provincia.

Cuando se conmemoran 128 años de su caída en combate, encontramos su presencia en los espacios de la ciudad, hecho estatua, calle, y también concurso y arte.

El Paseo Martí frente a la bahía más hermosa de esta isla, o el conjunto escultórico de La Libertad y el parque de Cárdenas, enarbolan el legado de tan cubanísimo ser.

La figura de José Martí y Pérez pervive en lienzos y obras teatrales para niños.

Desde la multiplicidad de visiones y apropiaciones de su esencia se inserta el literato en la modernidad de la ciudad urbe de los ríos y los puentes.

Cuando llega nuevamente mayo 19, sale a cabalgar hacia la eternidad el hombre sincero, el cubano de alma profunda que señala, desde su pedestal, el camino de la libertad. (ALH)

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