Ha muerto Pedro Vera, un hombre que vivió para el teatro. Unión de Reyes amaneció sin el dramaturgo que tanto apostó a la escena cubana.
Desde noviembre de los años 80 lideró el único grupo de teatro existente en un municipio. En el sureño poblado matancero encontró el espacio perfecto para continuar la obra teatral de tanto arraigo.
Hacia los lugares más recónditos de la geografía unionense llevó la manifestación artística. Su casa constituyó el principal escenario para los ensayos.
Desde su dormitorio dirigía las puestas. De conjunto con los actores de Teatro D’ Sur imaginaba personajes, dirigía y soñaba cuánto podía aportar al mundo cultural.
Desde los inicios del grupo defendió a ultranza el género dramático y el trabajo con los niños.
Entre Abelardo Estorino y Vera existía un vínculo especial: eran primos, amaron el teatro y nacieron en el mismo pueblo.
La formación de actores de prestigio en la escena cubana constituyó otro de los aportes a la cultura nacional. Hombre de vasta cultura y maestro de diversas generaciones, supo poner en un lugar cimero el teatro en un pueblo matancero.
Hizo suyas obras de autores nacionales e internacionales, en especial puestas de Estorino, uno de los autores que más estrenó. Desde la inmortalidad, ambos reinventarán nuevas piezas de teatro.
Nunca tuvo una sede para promover la manifestación artística. Esto no imposibilitó la puesta de obras como La Sorpresa, de Virgilio Piñera; Requiem por Yarini y Vagos rumores, entre otras que forman parte de la obra artística de Pedro Vera .
Desde hoy Unión de Reyes no será el mismo pueblo. Ya no está entre nosotros uno de los grandes defensores del arte de las tablas, pero ya dibuja desde el cielo historias a través de la escena. (ALH)