Las reglas de Rodo, así se titula la serie que cada domingo en la televisión narra la historia de un joven autista con síndrome de Asperger.

Si bien desde el primer capítulo cuenta con adeptos y detractores, aborda un tema anulado en las pantallas cubanas.

La propuesta televisiva combina el drama con el humor, algo que no agrada a muchos televidentes al tratarse de un asunto tan serio; sin embargo, la intención expuesta por sus creadores fue la de conmover y empatizar, lejos de cualquier burla hacia esa condición.

No obviemos que se trata de una obra de ficción y que, por tanto, dista mucho de la realidad.

Lo que sí es real es que las personas autistas están a nuestro alrededor y merecen visibilizarse, de ahí que La reglas de Rodo marque el inicio para dejar de ver el autismo como un asunto tabú.

Las personas autistas difieren en la manera de actuar y hacer. Nunca dos de ellas se manifestarán de igual modo.

Unas leen, recitan poesía, cuentan; otras desarrollan habilidades como la de memorizar fechas o les fascina la computadora, la radio o la televisión…

No obstante, algo tienen en común: no existen en estos seres sentimientos de maldad ni rencor. No experimentan odio ni ira.

Aceptarlos tal y como son y ver su lado bueno resulta vital para lograr en ellos grandes avances.

Que no interactúen con otras personas como quisiéramos, que prefieran estar a solas, que les cueste entender sentimientos de otros o hablar de los propios, no significa que no existan.

Que sus reacciones ante determinadas situaciones sean inhibidas o exageradas, que rechacen caricias o las permitan solo cuando quieren, no evidencia carencia de sentimientos.

Que no admitan cambios en sus actividades cotidianas es muestra de que les gusta que les respeten su espacio.

No pretendamos entonces que sean como queremos, tenemos que ayudarlos a ser ellos mismos.

Aunque Las reglas de Rodo se muestra en un contexto energético en que no todas las personas pueden seguir la serie. ni siquiera por youtube, ojalá represente un punto de partida para acercar un asunto tan sensible a nuestra realidad.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *