El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este jueves un nuevo paquete de medidas coercitivas unilaterales dirigidas específicamente al sector petrolero de Venezuela.

Las sanciones se decretaron contra seis compañías navieras dedicadas al transporte de crudo venezolano, una acción que busca “atenazar aún más” a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa que ha estado bajo asedio financiero desde 2019 por parte de la primera administración de Donald Trump.

Como consecuencia directa de estas sanciones, todos los bienes e intereses de las personas y empresas designadas que se encuentren en territorio estadounidense serán bloqueados y deberán ser reportados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro. Entre los sancionados también figuran Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, a quienes el Gobierno de EE.UU. ha calificado públicamente como “narcotraficantes”. Ambos fueron condenados por cargos de tráfico de drogas en 2016, pero recibieron un indulto del expresidente Joe Biden en 2022.

Este nuevo ataque económico se produce en un contexto de escalada de tensiones. Recientemente, Washington incautó un buque petrolero que transportaba crudo venezolano y procedió a la venta ilegal de acciones de Citgo, hechos que Caracas ha calificado como un “robo” y un “expolio”.

El presidente Donald Trump declaró sobre la incautación:

“Acabamos de incautar un petrolero en la costa venezolana. Un petrolero grande. Muy grande. El más grade que se haya visto nunca, y están sucediendo otras cosas que las verán más adelante”.

Por su parte, el gobierno venezolano respondió calificando la acción como un “robo descarado y un acto de piratería internacional”. El presidente Nicolás Maduro aseguró que este hecho develó las verdaderas intenciones de EE.UU. con su despliegue militar en el Caribe. “Ayer se les cayó la máscara. No son manicomios, ‘fake news’. No, no es Tren de Aragua, ‘fake news’. No, no es narcotráfico, ‘fake news’. No. Es el petróleo, que se lo quieren robar, y Venezuela va a defender su soberanía sobre sus recursos naturales y vamos a volver a triunfar”, manifestó Maduro, concluyendo con la frase: “La victoria nos pertenece hoy, mañana y por siempre. ‘Victory forever’”.

Contexto de la agresión estadounidense en el Caribe

La situación se enmarca en una serie de acciones hostiles por parte de Estados Unidos:

Despliegue militar: Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificada oficialmente como parte de la lucha antidrogas.

Posteriormente, Washington anunció la “operación Lanza del Sur”, con el objetivo declarado de “eliminar a los narcoterroristas” del hemisferio occidental y “proteger” a EE.UU. “de las drogas que están matando” a sus ciudadanos.

Operativos letales: Como parte de estas operaciones, las fuerzas estadounidenses han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas, sin que se hayan presentado pruebas de que transportaran estupefacientes.

Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado, sin presentar evidencias, al presidente Maduro de liderar un cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.

Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un “cambio de régimen” para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasísticas de Venezuela.

Falta de sustento: Tanto la ONU como la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más del 80% de las drogas son transportadas por la ruta del Pacífico.

Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones de EE.UU. Expertos independientes han calificado los ataques a embarcaciones como “ejecuciones sumarias” que violan el derecho internacional.

China rechaza las acciones unilaterales de EEUU contra petroleros en el Caribe

Fuerzas militares de EE. UU. desplegadas en el Caribe en operaciones con el objetivo de interrumpir el tráfico de drogas, 21 de octubre de 2025. Foto: U.S. Navy / Mass Communication Specialist 1st Class Erickson B. Magno

China expresó este viernes su firme rechazo a las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos contra buques petroleros en el Caribe, subrayando que dichas medidas carecen de una base legal en el derecho internacional.

Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, remarcó que estas medidas coercitivas tampoco cuentan con la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

La declaración del portavoz surge como respuesta a acciones estadounidenses recientes. La más destacada fue la incautación, por parte del Ejército de EE.UU., de un petrolero que transportaba crudo venezolano en aguas cercanas a las costas del país caribeño.

El gobierno de Caracas ha calificado este hecho como un “robo” y un acto de “piratería”, presentando una demanda formal ante la Organización Marítima Internacional (OMI) como parte de su protesta.

Paralelamente, Washington anunció el jueves una nueva ronda de medidas coercitivas unilaterales, esta vez dirigidas contra seis petroleros y las compañías navieras que los operan.

Estas sanciones buscan “atenazar aún más” a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que ha estado bajo asedio financiero desde 2019.

Como resultado, todos los bienes e intereses de las personas y empresas designadas que se encuentren en territorio estadounidense serán bloqueados y deberán ser reportados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro. Con su declaración, China reiteró su postura contraria al uso abusivo de sanciones como instrumento para ejercer presión política o económica. (ALH)

Tomado de Prensa Latina

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